El debatido descarte de Suárez
El Europeo de Lituania es el más complicado de la historia: por primera vez, 24 equipos lucharán a lo largo de tres semanas, con España claramente favorita en un torneo con un increíble equilibrio entre el resto de los conjuntos. En la primera fase se jugarán cinco partidos en seis días y, sobre todo, tres de cada grupo quedarán eliminados, lo que mete muchísima presión a la primera parte de la competición cuando, al revés, en los últimos torneos con 16 participantes, solo uno terminaba su aventura tras la primera ronda.
Muchas lesiones de jugadores clave, durante la pretemporada, han cambiado las perspectivas de equipos como Lituania, que ha perdido a Lavrinovic después de a Masioulis y Kleiza; Turquía, Francia, Serbia y, por último, Bélgica, que se ha quedado sin Hervelle. Por eso comparto la opinión de Sergio Scariolo, que se alegró mucho después del último partido contra Australia por haber terminado la preparación sin lesiones como la de Calderón antes del Mundial del año pasado.
Rudy, por envergadura y rapidez, puede marcar bien a su rival antes de que reciba el balón
Antes de solventar con apuros la cita de ayer con Polonia, se ha debatido mucho sobre el descarte de Carlos Suárez en los últimos días y parece que, según algunos comentaristas, la falta de un tres grande como él puede dejar a Rudy solo en la lucha contra jugadores más físicos que le saquen ventaja en el poste bajo. Tengo un gran recuerdo de Carlos desde nuestros días en el Madrid y siento que no haya tenido la oportunidad de competir en Lituania, pero estoy seguro de que trabajará más duramente para entrar un día en el grupo.
En cuanto al tema del alero, creo que, en primer lugar, Rudy puede, con su rapidez y envergadura, marcar bien a su rival antes de que reciba el balón. Al mismo tiempo, la zona estará siempre bien protegida, considerando que durante muchos minutos los dos Gasol o el tremendo taponador Ibaka estarán en la pista. Los equipos de Scariolo están preparados para guiar al atacante en el poste bajo hacia la línea de fondo y quitarle así espacio vital. Imaginen cómo se encontrará el atacante al ver llegar, en ayuda, a Pau o Marc...
En el ataque, por contra, será fundamental jugar muchos minutos con tres escoltas que puedan, con su capacidad de lanzamiento desde fuera y su rapidez, evitar que las defensas se cierren alrededor de los pívots. Al no tener un cuatro que abra el juego con el tiro de tres, el equilibrio del equipo en la ofensiva está asegurado por los tres pequeños en el perímetro, añadiendo también a San Emeterio.
Por supuesto, Claver puede ser, en algunos partidos, el tres grande de la selección. Estoy también convencido de que Víctor podrá ayudar como cuatro táctico permitiendo a La Roja (me gusta mucho más que la ÑBA, perdón) cambiar de aspecto muchas veces de un partido a otro o incluso durante el mismo partido.
Su personalidad, su talento físico y técnico y la versatilidad de sus jugadores hacen de la selección el favorito lógico. Mucha suerte. Y... in bocca al lupo (buena suerte) a Italia. Ojalá nos veamos en la gran final.
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