Torroella lidia bien con la crisis
El festival de música clásica cierra con una ocupación superior al 90%
La credibilidad, la fortaleza y base social de las instituciones se demuestra en los tiempos de crisis. El Festival de Música de Torroella de Montgrí ha acreditado su amplio y profundo arraigo social cerrando su 31 edición con una ocupación del 91%, cinco puntos más que en 2010. Con las localidades a precios que oscilaban entre los 12 y los 50 euros, el festival ha ofrecido 14 conciertos entre el 30 de julio y el 26 de agosto a los que han asistido más de 7.000 espectadores según datos de la organización.
Sorteando con habilidad los recortes presupuestarios, el festival ha presentado una programación variada y de alto nivel en la que destacan las tres producciones propias a cargo de la Academia 1750, la orquesta histórica del festival, la primera dedicada a grandes obras del barroco, la segunda centrada en El arte de la fuga, de Johann Sebastian Bach y la tercera, en colaboración con la soprano María Bayo, dedicada a la recuperación de autores barrocos poco conocidos.
Por el festival han pasado este verano grupos del nivel de The Hilliard Ensemble, La Stagione Armonica y el Dunedin Consort & Players. En el ámbito del piano, uno de los terrenos a los que Torroella dedica tradicionalmente más atención, se han presentado en esta edición Grigory Sokolov, uno de los pianistas con mayor personalidad del panorama actual, Alice Sara Ott y Joaquín Achúcarro, un artista que cada año renueva su imperturbable fidelidad al evento ampurdanés. El capítulo vocal ha contado con la participación de figuras como las mezzosopranos Gemma Coma-Alabert y Magdalena Kozena, el contratenor Philippe Jaroussky, la soprano María Bayo y la contralto Nathalie Stutzmann, quien, en su condición de "principal artista invitada", ha presentado dos programas diferentes, uno dedicado a Vivaldi, en el que actuó como cantante y como directora al frente de su grupo instrumental Orfeo 55, y otro en el que interpretó el ciclo de canciones Winterreise de Schubert.
Stutzmann ya ha confirmado su presencia en la próxima edición del festival, en la que se presentará como directora al frente de la Academia 1750 y del coro de la Radio de Letonia para interpretar el Réquiem de Mozart. También ha confirmado su presencia en la próxima edición es la célebre violinista Viktoria Mullova, que regresará al festival presentando un programa Vivaldi acompañada, también, por la Academia 1750. Otras presencias confirmadas para el próximo año son las de la violinista Isabelle Faust y los pianistas Alexandre Tharaud y Alexander Melnikov.
Según Oriol Pérez Treviño, director artístico del festival, "la programación de la próxima edición vendrá condicionada en gran manera por la circunstancia de poder disponer o no del nuevo auditorio, que ya ha sido construido pero aún no ha sido dotado de la infraestructura, maquinaria y equipamiento necesarios para su completo funcionamiento como sala de conciertos", "poder disponer del mismo -añade- nos permitiría aumentar de forma significativa el aforo disponible y, consecuentemente, trabajar con otro presupuesto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.