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Días de diversión

Colofón ardiente para Marijaia

El símbolo festivo dice adiós envuelta en llamas y sumergiéndose en la Ría - Miles de ciudadanos pusieron punto final en El Arenal a la Aste Nagusia

Arropada por buena parte de los protagonistas de la Aste Nagusia de este año -el pregonero, Kirmen Uribe; la txupinera, Patricia Lezama; miles de bilbaínos y visitantes, el fuego y la música-, Marijaia, la señora de la fiesta, se despidió anoche hasta el próximo año envuelta en llamas y hundiéndose en la Ría.

Pasadas las diez de la noche, Marijaia inició su singladura desde el puente de La Merced escoltada por dos traineras, con 28 remeros en total del club de Deusto enfundados en trajes blancos y con el pañuelo de fiestas. En una de las traineras iban a bordo el pregonero y la txupinera. La ambientación musical acompañó todo el acto y pudo ser escuchada gracias a las potentes torres de sonido colocadas a lo largo del trayecto.

Kirmen Uribe se despidió como pregonero cantando

Un cañón de luz iluminó a la dama de la Aste Nagusia mientras se iba acercando al espacio festivo y las txosnas apagaron la luz a su paso. Al llegar al puente del Arenal, Marijaia fue iluminada por otro cañón, la música sonó con más intensidad y comenzaron los efectos de pirotecnia, colocados en el agua y en el propio catamarán que trasladaba a Marijaia.

Desde el puente del Ayuntamiento y las riberas de la Ría, miles de personas asistieron a la despedida, escuchando a todo volumen los sones de Txoria Txori, de Mikel Laboa. Entre los dos puentes fue surgiendo un camino de fuego acompañado de pequeños efectos de pirotecnia desde ambos lados de la Ría. Estos efectos se encendieron al pasar Marijaia y se apagaron tras ella. Las txosnas de la Margen Derecha siguieron apagando sus luces durante el recorrido.

Tras cruzar el Puente del Ayuntamiento el pregonero, Kirmen Uribe, ofreció un último bertso de despedida. Uribe inauguró la Aste Nagusia cantando desde el balcón del Arriaga y acabó haciendo lo mismo desde las aguas del Nervión. Su voz, algo cansanda volvió a entonar, como hizo el pasado 20 de agosto, el Egun da Santi Mamina. La txupinera, Patricia Lezama, accionó con su último txupin el ingenio que dio fuego al símbolo festivo mientras soanaba el ya tradicional Agur Marijaia!, la canción compuesta por Shanti Basauri y Julen Gabiria. En apenas un minuto las llamas acabaron con Marijaia.

Escoltada por las traineras, la sonrisa perenne de las fiestas fue sumergiéndose en las aguas de la Ría. Eran las 22.30: la hora que el programa de fiestas reserva para los fuegos artificiales. Marijaia desaparecía y, puntuales, empezaba la quema de la colección de la Pirotecnia Zaragozana, poniendo así punto final al espectáculo, que duró poco menos de media hora, en el cierre de la Aste Nagusia de este año.

Hace tres años se presentó una propuesta artística para que la quema de Marijaia adquiriera una mayor notoriedad en el colofón de Aste Nagusia, ganando el espacio de la Ría y rediseñando para ello lo que se hacía hasta el momento. Esta idea que nacía con la vocación de perdurar en el tiempo ha conseguido consolidarse y entrar a forma parte ya del imaginario colectivo de todos los que participan y hacen posibles las celebraciones de agosto. Las últimas palabras de Uribe animaron a esperar con alegría la Aste Nagusia de 2012: "Hasta el año que viene".

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