UGT y CC OO acusan a Trabajo de entorpecer el diálogo social

La relación de UGT y CC OO con el Gobierno se ha deteriorado considerablemente en la última semana. La reforma constitucional para consagrar el equilibrio presupuestario y el contenido del decreto con medidas laborales que el Ejecutivo aprobará hoy han caído muy mal a los sindicatos. Ayer, tras recibir el borrador del decreto, las dos organizaciones cargaron contra el Ejecutivo por romper los usos del diálogo social, una herramienta que el Gobierno en general, y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en particular, defienden a capa y espada. "Ha contravenido las normas", apuntan en el documento de observaciones que remitieron a Trabajo ayer.

Las cuatro páginas del texto sindical están repletas de acusaciones contra el Gobierno. "La crisis no justifica la inclusión de nuevas reglas que precaricen más el empleo", ataca el documento. UGT y CC OO critican con saña la extensión hasta los 30 años de la posibilidad de formalizar contratos de formación y la suspensión por dos años del artículo del Estatuto de los Trabajadores que impide encadenar contratos temporales.

PNV presiona para que el convenio autonómico pese más que el estatal

De las cinco medidas laborales que el Consejo de Ministros aprueba hoy, los sindicatos solo aplauden una: la prórroga del Plan Prepara que permite cobrar unos 400 euros al mes durante seis meses a los parados a cambio de su participación en un itinerario de formación. No obstante, las formaciones lideradas por Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO) mantienen que es necesario extender la protección a los parados ante la caída en los últimos meses de la tasa de cobertura, ahora en el 70,3%.

Las críticas de los sindicatos podrían endurecerse hoy si el ministro de Trabajo presta oídos a las demandas de CiU y PNV para dar su apoyo al decreto. Los nacionalistas vascos y catalanes quieren aprovechar la tramitación urgente de este texto legal para dar cabida a sus enmiendas a la reforma de la negociación colectiva. El adelanto del final de la legislatura no permitirá modificaciones al decreto que se aprobó el pasado junio. Quedará tal y como se aprobó entonces.

Para lograr la convalidación de la reforma de la negociación colectiva, el Ejecutivo hizo importantes concesiones a los nacionalistas. Con el PNV, se comprometió a que los convenios autonómicos prevalecieran sobre los estatales. CiU obtuvo la promesa de que se negociarían aspectos que agilizaran flexibilidad interna en las empresas. Visto que sus demandas pueden quedarse en el tintero, los grupos nacionalistas negociaban ayer su inclusión en el decreto que el Gobierno aprobará hoy. Fuentes del Ejecutivo apuntaban que "en principio" no iban a prestar oídos a la petición del PNV, aunque no descartaban un cambio de postura. Sí que se descartaba totalmente, atender la reivindicación de CiU.