El BCE acumula más de 100.000 millones en deuda de la eurozona
Los gestos contundentes son los que más gustan, o por lo menos tranquilizan, a los mercados. La compra de deuda soberana por parte del Banco Central Europeo ha sido uno de ellos. Desde que se pusiera en marcha el programa en mayo de 2010, en estas acciones el BCE ha gastado 110.500 millones de euros de los que más de 36.000 millones se han destinado a la compra de bonos españoles e italianos. Ante el acoso que sufrieron ambos países este verano, solo el anuncio de la compra de deuda de BCE frenó la presión sobre ellos.
La semana pasada el organismo adquirió deuda de estos dos países por un valor de 14.921 millones de euros, después de que la semana anterior el BCE hiciera el desembolso récord de este programa, con 22.000 millones. Una decisión que el BCE tomó el domingo 7 de agosto para dar un golpe de mano y frenar la escalada de la prima de riesgo. El 5 de agosto, el diferencial entre el bono español a 10 años y el alemán, que se toma como referencia, había llegado a tocar los 417 puntos básicos, un máximo desde la entrada de España en la Unión Europea.
La pasada semana compró otros 14.921 millones de España e Italia
Los 36.000 millones que ha gastado en España e Italia superan la cantidad que desembolsó en la primera etapa del programa cuando en mayo de 2010 el punto de mira estaba sobre Grecia. Fue precisamente en esa primera semana cuando se produjo lo que era hasta hace dos semanas el mayor desembolso del organismo: 16.500 euros para ayudar a Grecia. En un primer momento, además de deuda helena, las adquisiciones de bonos se centraron en Portugal e Irlanda.
"La cantidad gastada es suficiente para mostrar que el BCE no se estaba tirando un farol. Al mismo tiempo que no es una cifra demasiado elevada como para sugerir que se está ante una situación desesperada", aseguró John Davies, estratega de WestLB a Bloomberg. Una cantidad no demasiado grande porque la deuda viva de España e Italia alcanza en conjunto los 2,4 billones. La cifra que se encuentra alejada de los 637.000 millones de euros de deuda de los tres países rescatados (Grecia, Irlanda y Portugal) a los que se había destinado en un primer momento las compras del BCE.
La presión sobre la deuda española e italiana había comenzado a mediados de julio y las medidas adoptadas por el Eurogrupo el 21 de julio no llegaron calmarla. Según los analistas, la principal razón fue que las decisiones tomadas respecto al segundo rescate de Grecia y al futuro de la gobernanza económica eran poco precisas. Aunque Jean-Claude Trichet, presidente del BCE también trató de tranquilizar a los mercados en una rueda de prensa el jueves 4 de agosto, casi fue peor el remedio que la enfermedad. Finalmente, solo la decisión de compra del BCE logró contener las primas de riesgo de ambos países. Ayer, el diferencial español cerró en los 286 puntos básicos y el italiano en los 287.
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