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Entrevista:Eduardo Leite | Presidente de Baker & McKenzie

"Hay una gran falta de talento en todo el mundo"

Cristina Delgado

Eduardo Leite, presidente del Comité Ejecutivo de la firma internacional de abogados

Baker & McKenzie, dice que la internacionalización es una estrategia que casi inventaron ellos. Este abogado brasileño, con un español de acento dulce y salpicado de anglicismos, recuerda que la firma que dirige lleva más de medio siglo abriendo oficinas fuera de Estados Unidos. En España, por ejemplo, aterrizó en 1965. Hoy tienen 69 oficinas en 41 países. "La estrategia ha sido siempre la misma: el cliente conduce y nosotros estamos en el asiento del copiloto. Vamos con ellos donde nos necesiten", asegura. Últimamente les necesitan mucho en los países emergentes, y cree Leite que es porque llevar décadas afincados en Brasil, China o México les da una ventaja competitiva. "A mis hijas les digo que es un privilegio ocupar mi cargo en un momento como el actual, en el que el mundo cambia tanto y tan rápido".

"Las actividades que tienen que ver con regulación crecen mucho"
"No quisiera estar en los zapatos de Christine Lagarde"
"Europa aprenderá de la crisis y saldrá adelante, porque tiene potencial"
"El panorama económico es más complicado de lo que parece"

Pregunta. Christine Lagarde, que ocupó el cargo que ahora ostenta usted, dirige el FMI. ¿Qué le parece?

Respuesta. Christine era una líder muy sutil e inteligente que nos tenía a todos muy alineados. Yo trabajé en el comité ejecutivo con ella durante cuatro años. Cuando ella era nuestra presidenta, yo era el representante en América Latina. Christine, aparte de sus cualidades propias como el liderazgo y aprender muy rápido, sabía comunicar. Y eso sigue haciéndolo muy bien. Creo que la experiencia de trabajar en el mundo y verlo de muy cerca le ayudará. Me siento privilegiado por ocupar su mismo cargo desde hace 10 meses. Porque ya he visitado el 80% de las oficinas que tenemos. Y tener el privilegio de ver cómo el mundo está cambiando desde esta perspectiva es muy enriquecedor.

P. ¿Cómo valora el papel de organismos como el FMI o la Unión Europea en la crisis actual?

R. Son esenciales. Yo he mantenido contacto con el secretario general de la OEA, con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington y el Banco de Desarrollo de Brasil... Creo que estas instituciones tienen un papel muy importante para equilibrar las cosas y hacernos ver que, aparte del interés-país y de los problemas que tiene la nación, hay un objetivo local y global.

P. En 2008 se habló de la necesidad de refundar el capitalismo. Pero las normas no han cambiado mucho. ¿La refundación no era necesaria?

R. Yo no soy economista ni político. Pero creo que el panorama es más complicado de lo que parece. Y si se aprieta por aquí se suelta por allá. No quisiera estar en los zapatos de Christine.

P. ¿Y cómo cree que debería gestionarse el papel de las agencias de calificación?

R. De nuevo contesto solo como ciudadano del mundo. Es importante tener evaluaciones, opiniones y expertos que den ratings. Incluso en nuestro negocio es importante saber dónde estamos en cuanto a nuestro sector, y así saber si nos debemos mover un poquito a un lado o a otro. Pero siempre hace falta que quien nos hable de la salud de una firma o una empresa sea independiente. Las cosas hay que verlas a largo plazo. Antes de saber si uno está enfermo, no puede empezar a tomar antibióticos. Creo que habría que pensar más en el largo plazo y menos en la situación de hoy o mañana.

P. ¿Cuál cree que será la situación mañana?

R. Europa aprenderá mucho y saldrá adelante, porque tiene potencial. Pero debe preocuparse por encontrar talento. El gran problema del mundo será el talento. Vamos a sentir una gran falta en todo el mundo. ¿De dónde vamos a sacar tanto talento para dirigir tantas iniciativas y tantas necesidades desde sociales a empresariales? En el último Foro Económico Mundial ese fue uno de los grandes temas que se debatieron.

P. ¿Falta talento porque todo es más complicado o porque hay peor formación?

R. Porque no estamos generando talento suficiente para las necesidades que vienen, tanto económicas como políticas o empresariales.

P. ¿El futuro está en los países emergentes?

R. Sus economías también tienen sus propios problemas. Crecer muy rápido también es un riesgo. Brasil lucha contra la expansión de crédito. Parece un problema sin importancia el exceso de crédito..., pero es un problema. Llega la inflación, las tasas de intereses, la moneda se fortalece tanto que ya no es competitiva la venta internacional... Es un desequilibrio.

P. En Islandia han empezado a juzgar a los banqueros que causaron la crisis. ¿Qué le parece?

R. No lo sé. No conozco la realidad de Islandia.

P. ¿Y como idea? ¿Le parece bien que se juzgue la responsabilidad de las decisiones tomadas en las altas esferas?

P. Hay que ver dónde está la responsabilidad desde el punto de vista legal, no solo político. Desde el punto de vista político es más bien ruido... Pero si hay responsabilidad por falta de seriedad, sí, debe mirarse. Sea entre banqueros, panaderos o sindicatos. Pero creo que aquí lo importante no es eso. Es prevenir otra crisis. No solo castigando vamos a evitar una crisis. Hay que entender la actual. Las instituciones internacionales tienen que llegar a un consenso sobre cómo protegernos, qué tipo de reservas hacen falta, qué actividades son demasiado arriesgadas y no deberían tener toda la libertad... viene un mundo más regulado, y por eso las áreas de actividad que tienen que ver con regulación crecen mucho en Baker.

P. ¿La crisis mundial ha cambiado su firma?

R. En lo fundamental, no. Nuestra estrategia sigue siendo la misma: todo empieza con los clientes y termina con los clientes. Pero entre 2007 y 2011 el mundo ha cambiado mucho. Los países emergentes han crecido y la tendencia es que sigan haciéndolo, así que nosotros también nos adaptamos a esos cambios. Además, ha variado un poco el tipo de clientes: tenemos más de China, India, Brasil... De países emergentes, que ahora compiten en condiciones de igualdad con las grandes americanas. También cambia la dirección de las inversiones. Por ejemplo, en el caso de España, antes usábamos nuestra red sobre todo para los casos de empresas que querían invertir en España. Hoy trabajamos con tres tipos de niveles: con clientes españoles, con la tradicional empresa americana que invierte en España y también con muchos clientes españoles que tienen negocios internacionales.

P. ¿Y los problemas de sus clientes son diferentes?

R. Han ganado importancia las áreas sobre regulación y transacciones en diferentes países. Todo lo que tiene que ver con reglamentación de derechos internacionales, antitrust, derecho de competencia...

P. En África solo tienen oficina en El Cairo. ¿Cuándo será el turno de este continente en la economía mundial?

R. Llegará pronto. Nosotros somos la firma con más transacciones en África y representamos a muchos clientes interesados en hacer negocios allí. Su turno está cerca.

Eduardo Leite posa en la sede barcelonesa de Baker & McKenzie.
Eduardo Leite posa en la sede barcelonesa de Baker & McKenzie.MASSIMILIANO MINOCRI

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.
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