La huelga se convierte en un culebrón

El mundo del fútbol respira aires de huelga. Han pasado cinco días desde que los jugadores convocaron el paro para las dos primeras jornadas de la Liga y la patronal de los clubes y su sindicato, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Fútbolistas Españoles (AFE), no logran ni ponerse de acuerdo en dónde y cuándo reunirse para intentar desatascar la situación.

Que el 15 de agosto, lunes, fuese fiesta fue la primera razón esgrimida para no reunirse. Pero las partes también dejaron pasar el día de ayer sin afrontar la cuestión y solo quedan tres jornadas hábiles para evitar la que sería la primera huelga del fútbol en 27 años.

La AFE aseguró a través de un comunicado que había convocado un encuentro ayer en Valencia para seguir negociando el convenio colectivo y la Liga, que negó tal circunstancia, contestó con su propia convocatoria: hoy a las 10.00 en su sede madrileña. El sindicato no quiso confirmar ayer si acudirá o no a esta cita.

La patronal no va a la cita del sindicato, pero convoca una reunión hoy en Madrid

Así las cosas, lo que vuela estos días son las acusaciones mutuas y los rumores de todo tipo. El presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, aseguró ayer a la agencia Efe que se siente "engañado" por el presidente de la AFE, Luis Rubiales, porque, según él, siguió negociando el convenio a principios de agosto cuando ya tenía decidido convocar la huelga.

La escenificación de la misma, el jueves pasado, con un centenar de futbolistas -entre ellos algunos de los campeones del mundo recién llegados de jugar un partido amistoso contra Italia- respaldando a Rubiales, dejó poco margen de actuación a sus convocantes, que piden firmar un nuevo convenio, pero también que la LFP subsane la deuda de 50 millones que los clubes de Primera y Segunda mantienen con unos 200 jugadores.

La LFP intentó allanar las negociaciones anunciando el 3 de agosto un fondo de garantía concursal de 40 millones hasta la temporada 2014-2015 que acabó por encrespar aún más los ánimos. Según la AFE, ese fondo se nutre de las aportaciones de los clubes concursados -una vez aprobado el convenio- y del dinero de las quinielas que estos dejan de percibir y solo garantiza 60.000 euros anuales para los jugadores de Primera y 40.000 para los de Segunda en vez de los 240.000 y 120.000 de los que hablaba la Liga.

El tiempo se agota y cada vez son más los que creen que el balón no rodará el sábado. Ese día están previstos cuatro partidos: Espanyol-Granada, Levante-Zaragoza, Villarreal-Sporting y Osasuna-Valencia. En todo caso, los clubes han empezado ya a organizar los viajes.