Las tres capitales esbozan los recortes

Los responsables de las finanzas de los Ayuntamientos de las tres capitales están siguiendo sin despistarse un instante de la evolución de la recaudación de los impuestos concertados, que gestionan las Diputaciones y son la principal fuente de ingresos municipal, y comprueban con preocupación que la curva recaudatoria sigue peligrosamente por debajo de las previsiones. Y tampoco descuidan la delicada situación de muchas empresas, ni la marcha del paro.

Ante tan deprimente panorama económico, Bilbao, Vitoria y San Sebastián están condenadas a elaborar unos presupuestos para el próximo ejercicio con criterios de máxima austeridad y de carácter restrictivo. "Hay que hacer más con menos", reconoce a EL PAÍS el alcalde de la capital alavesa, el popular Javier Maroto. "2012 va a ser un año complicado. Habrá que actuar con muchísimo control", pronostica Carlos Urgoiti, director de Prespuestos y Servicios Generales del consistorio bilbaíno. En San Sebastián resulta más que probable que los recortes provengan de la paralización de algunos proyectos urbanísticos.

"La época de cuentas expansivas pasó a la historia", indica un alto cargo bilbaíno

Vitoria no subirá "en ningún caso" los cinco impuestos municipales

El año entrante estará marcado, sin duda, por el tijeretazo prespuestario. En Vitoria ya han tenido que aplicar esta solución a la vista de lo "infladas" que están las cuentas de este ejercicio, advierte su concejal de Hacienda, Manuel Iriarte. Su departamento ya ha puesto en marcha una política de reajuste de gastos que intentará paliar el "destrozo" que está originando "la imposibilidad de ingresar 24 millones de euros por la venta de parcelas no realizadas".

Es una situación semejante a la que dice haberse encontrado el alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, de Bildu. Da por perdidos 27 millones previstos por el anterior equipo de gobierno por la venta de terrenos, lo que obligará a su delegado de Hacienda, Jabi Vitoria, a hacer ingeniería presupuestaria para cuadrar el balance del año.

Bilbao presenta una clara ventaja con respecto a las otras dos capitales. Su deuda prácticamente nula le otorga un mayor margen de maniobra, aunque esta solvencia financiera no oculta un futuro "complicado". "La época de los presupuestos expansivos pasó a la historia", opina Urgoiti.

El Ayuntamiento bilbaíno se sitúa en estos momentos en un escenario marcado por un mal comportamiento de la recaudación y, consecuentemente, con una más que previsible liquidación negativa de los fondos que recibe de la Diputación -están presupuestados 295 millones-, que suponen más de la mitad de las cuentas locales

El conjunto de la recaudación en Euskadi descendió un 3,1% (unos 140 millones) durante los seis primeros meses del año. Esta caída no sería tan preocupante si no fuera porque el Gobierno vasco y las tres Diputaciones han presupuestado una subida del 7% para este año por ingresos tributarios. Todos coinciden en que va a resultar imposible cumplir tal objetivo. Y la inyección económica que reciben las entidades municipales de sus respectivas Haciendas -ronda el 50% del presupuesto municipal- resulta clave para mantener los servicios que prestan y acometer inversiones.

Maroto ya tiene asumido que esta situación exige acertar con la elección de las inversiones "para evitar errores como el fallido [palacio de congresos y auditorio] BAI Center" y acometer "proyectos acordes con las necesidades de la ciudad". El regidor vitoriano se reunió la semana anterior a las fiestas de La Blanca con el lehendakari, Patxi López, para plantearle que los 25 millones que el Gobierno iba a destinar a la mencionada infraestructura, desechada por el nuevo gobierno local del PP, se inviertan en poryectos como el anillo verde interior, la reforma del Palacio Europa para convertirlo en la sede principal de la Capital Verde Europea en 2012 y una de las "banderas medioambientales" de la ciudad, la ampliación del tranvía o la nueva estación de autobuses.

En todo caso, Vitoria no subirá "en ningún caso" los cinco impuestos municipales (IAE, Plusvalía, Construcciones, Vehículos e IBI) y se aplicará "el sentido común", dice Iriarte, con las nuevas tasas y precios públicos. Las nuevas tarifas se someterán a un debate entre todas las formaciones en un ponencia creada al efecto y que tiene previsto reunirse el 15 de septiembre.

En San Sebastián y en Bilbao no existe todavía este grado de previsión presupuestaria, aseguran en ambos consistorios. No obstante, Urgoiti advierte de que la prioridad consistirá en "ajustar el gasto al máximo". La capital guipuzcoana se muestra partidaria de asumir algunos servicios que ahora están siendo gestionados por empresas privadas, sin más concreción. Vitoria no contempla reducir plantilla, pero sí "luchar contra el absentismo laboral", remarca Maroto. En su ciudad, precisa, se hará seguimiento de las bajas laborales y se acabaron los pluses inmerecidos que reciben algunos funcionarios.