El PP busca completar su renovación
Los populares aprovecharán las listas del 20-N para rematar el cambio puesto en marcha tras el relevo de San Gil - El partido se plantea lograr cinco diputados
Aunque la aprobación de las candidaturas para los comicios del próximo 20 de noviembre depende de la dirección de Génova, el PP vasco quiere aprovechar el proceso para rematar el proceso de renovación que comenzó a poner en marcha cuando Antonio Basagoiti se hizo cargo del partido en julio de 2008 en sustitución de María San Gil. El proceso de elección de candidatos tiene todavía más de un mes por delante, pero en la dirección de Basagoiti existe el convencimiento de que hay que aprovechar las listas para renovar, especialmente en los casos de Vizcaya y Guipúzcoa.
"No se trata solo de nuevas caras, sino que es la manera de dar salida y reconocer el trabajo de personas que llevan 20 años en primera línea en el PP vasco, no en Madrid, sino aquí, dando la cara en todo tipo de instituciones autonómicas, locales y forales", dice un miembro de la ejecutiva.
"Sabremos reconocer lo que haya cuando lo haya", apunta un parlamentario
"Alonso ha de ser importante en un Gobierno de Rajoy", dice un dirigente
El partido quiere salvar las grandes infraestructuras de posibles recortes
El PP parte con la intención de conseguir cinco diputados dos más de los que tiene ahora, pasando de uno a dos representantes tanto en Álava como en Vizcaya. En Guipúzcoa, la presencia de una candidatura de la izquierda abertzale, sea Bildu o con otras siglas, hace casi imposible obtener el segundo, reconoce un dirigente popular. Y repetir en Álava el primer puesto del 22-M le reportaría tres senadores.
Todos los consultados dan por descontado que Alfonso Alonso volverá a encabezar la lista alavesa. Portavoz adjunto en el Congreso y hombre clave en la dirección de Basagoiti, "Alonso será un hombre importante en un Gobierno de Rajoy, y el PP vasco quiere que lo sea", opina una de las fuentes consultadas.
En cambio, se apunta a un relevo -esa pretensión al menos trasladan dirigentes vascos- de Ignacio Astarloa, quien fue secretario de Estado de Seguridad con Aznar entre 2002 y 2004, y de José Eugenio Azpiroz al frente de las listas de Vizcaya y Guipúzcoa. Astarloa es diputado desde 2004 y Azpiroz, desde 1993.
Entre los distintos nombres que se están manejando como opciones para ir en puestos destacados figuran el vizcaíno Carlos Olazábal, de quien ya se apuntó su traslado al Congreso cuando dejó paso a Esther Martínez como candidata a diputada general el 22-M y la guipuzcoana María José Usandizaga.
El PP vasco tiene convocado para el próximo 1 de septiembre un comité de campaña en el que comenzará a ir concretando las propuestas que incorporará al programa marco general. Ya en la segunda quincena septiembre se entrará más en detalle en el trabajo de las candidaturas para rematarlas a inicios de octubre. Las iniciativas que se elaborarán se centrarán en la economía y empleo, reformas necesarias y propuestas de infraestructuras, junto a ver "cómo se hace compatible un programa de ajuste con mantener algunas inversiones", indica un parlamentario. Los populares vascos se muestran especialmente interesados en que un posible Gobierno central de Rajoy respalde los principales proyectos de infraestructuras de Euskadi sin que les afecten los recortes que se pudieran plantear.
Entre la exigencia y la esperanza
"El PP va a dar esperanza de que se pueda acabar con ETA", apunta un destacado miembro de la ejecutiva de los populares vascos. La frase resume uno de los dos pilares en que el partido basa su actual actitud en el proceso en marcha hacia el final de la violencia, que puede caminar de la mano con la presencia de Mariano Rajoy en La Moncloa tras las elecciones del 20-N. El otro pilar es la exigencia.
Los populares vascos quieren hacer compatible un discurso constructivo, que llevará incluso a la campaña de las próximas generales, de que se puede llegar al final del terrorismo con firmeza e inteligencia, con dejarle claro a Bildu y a la izquierda abertzale en su conjunto que cualquier puerta abierta pasa por su cambio de actitud. "Sólo han de hacer los dos ejercicios que faltan: la ruptura total con ETA y la autocrítica", insisten fuentes populares.
El PP vasco considera indispensable la colaboración del PNV, pero, sobre todo, recuperar un consenso con el PSOE, "lo dirija quien lo dirija", para dejar patente que no cabe ninguna expectativa de alcanzar un logro político con Bildu u cualquier otro método a cambio del final de la violencia.
Y a ese doble ejercicio citado se remite cualquier posibilidad de gestos por parte de un posible futuro Gobierno popular. "No daremos por bueno lo inexistente y sabremos reconocer lo que haya cuando lo haya. Cuando haya hechos que acrediten que alguien ha roto con ETA reconoceremos hechos", recalca un parlamentario. "No es tanto que se mueva el Gobierno, ni que haga un requiebro Zapatero en estos meses, ni que lo haga Rajoy, sino que depende de ellos", apunta otro.
Fuentes populares indican que desde la izquierda abertzale se les han enviado en los últimos tiempos mensajes para "tomar la temperatura" a través de "terceras o cuartas personas" que no han sido contestados. La normalización de relaciones políticas con Bildu se vincula así también a que la izquierda abertzale dé esos pasos. Hoy en día, la única normalización que cabe entre ambas partes es la institucional, las relaciones que puedan tener que mantener los diputados generales de Álava, el popular Javier de Andrés, y Guipuzcoa, Martín Garitano, de Bildu, o del primero con los alcaldes alaveses de la coalición independentista, por ejemplo.
La posibilidad de que un Gobierno de Rajoy pusiese en marcha un proceso para ilegalizar a Bildu, o de mociones de censura contra la coalición, se quiere mantener en la récamara porque "la presión es lo único que les hace avanzar", apunta uno de los consultados, pero sabiendo al tiempo que "también es necesaria su participación en política en el caso de que respalden las reglas del juego. Y que si hacen lo preciso pueden participar con naturalidad y normalidad".
El propio Rajoy se muestra optimista en cuanto al final de ETA siendo consciente de los riesgos, según las fuentes consultadas, y le ha trasladado al PP vasco al máximo nivel que "hay que darle a gente una esperanza de poder acabar con esto". Ese "giro a la esperanza", en palabras de un miembro de la dirección vasca, quedará patente en la campaña de los comcios de noviembre. "Probablemente habrá tiempos difíciles, y tendremos que combatir el fanatismo que queda en la sociedad vasca, pero se puede conseguir hacer un discurso constructivo", añade.
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