Melodías de 'barman'
Un colaborador de este periódico definió hace poco al peculiar Luis Brea como "un Joaquín Sabina del siglo XXI con tintes de neorrealismo malasañero". Más cerca de los 40 años que de los 30, este camarero de oído atento (sirve copas en el Fotomatón) se inspira para sus composiciones en la vida nocturna: "Soy un espectador privilegiado de las historias que ocurren en el bar. Veo cómo funciona la gente y luego lo expreso en mis canciones", declaró en su día.
Brea llevará el próximo jueves 18 al Matadero (Paseo de la Chopera 14, a las 22.00) sus pequeños himnos de lo cotidiano. Los asistentes podrán descubrir los temas de su álbum breve (EP) De lo dicho nada. Se escucharán algunas perlas como Bastante Punk, Baso es con V o Botellas de Mahou.
Acompañado de Jorge Martí Climent y Hadrien Fregnac, Brea presenta sus canciones con una sencilla envoltura que transita cómodamente tanto por el folk, como por una electrónica minimal a lo Björk (ahí es nada) o incluso, como si se tratara de un posmoderno Julio Iglesias, por el terreno de la balada romántica. Sensaciones en abundancia para un concierto gratuito.
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