Francia recortará el déficit pese al estancamiento de la economía
La caída del consumo paraliza la actividad de la segunda potencia del euro
Malas noticias para Francia, cuya solvencia se encuentra estos días en el centro de los temores de los inversores. La segunda economía de la zona euro se estancó en el segundo trimestre, con un crecimiento nulo, según indicó ayer el Instituto Nacional de las Estadísticas y Estudios Económicos francés, el Insee. La ralen-tización, tras la subida del 0,9% en el primer trimestre, es mayor a la esperada: las previsiones eran de un crecimiento del 0,2%. El ministro de Economía, Fran-çois Baroin, reconoció que la cifra era "un poco decepcionante", pero mantuvo su previsión de crecimiento del 2% para el año y reiteró el compromiso del Gobierno de cumplir con sus objetivos de reducción del déficit público.
"Tomaremos las medidas necesarias", dice Baroin, sea cual sea la situación
El estancamiento de la segunda economía del euro se debe principalmente a la caída del consumo, que retrocedió un 0,7% en el segundo trimestre respecto al primero, en el que había crecido un 1,4%. El Gobierno atribuye esta caída al efecto provocado por la anulación de la ayuda para animar a las familias a cambiar de vehículo: las ventas de coches cayeron efectivamente un 11,2% en este segundo trimestre. Otro factor ha sido la inversión de las empresas, que ha pasado de crecer un 1,9% en el primer trimestre, a un 0,7% en este. Las exportaciones, por su parte, se mantienen estables, en un contexto global de crisis.
El mal dato también debe compararse al fuerte crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 0,9% registrado entre enero y marzo, confirmado ayer por el Insee y que supone el mayor de los últimos cinco años. Sin embargo, aunque se esperaba una ralentización, esta ha sido mayor de la esperada. Tanto el Insee, en su nota de junio, como el Banco de Francia, esta misma semana, habían previsto una subida del 0,2%. Los expertos, tanto los consultados por Reuters como por Bloomberg, esperaban de media un 0,3%.
El ministro de Economía, François Baroin, aunque admitió que la cifra está algo por debajo de la esperada, recordó en una entrevista a una radio privada las cifras positivas de la creación de empleos (10.000 más en el segundo trimestre que en el primero) y la caída en julio del 0,4% de los precios. Basándose en estos datos, reiteró su objetivo de crecimiento del orden del 2% para 2011 y de 2,25% para 2012, unas cifras que algunos analistas consideran ahora demasiado optimista.
"Tengo mucha confianza porque las bases de nuestra economía son sólidas, tenemos una economía diversificada y un sistema bancario que se encuentra entre los más resistentes del mundo", indicó, haciendo referencia al ataque que han sufrido en los últimos días los valores financieros franceses en la Bolsa. "Lo que hay que recordar, es que sea cual sea la evolución (...) tomaremos las medidas necesarias para cumplir con nuestros objetivos intangibles de reducción del déficit público", añadió. El Gobierno se ha comprometido con reducirlo del 5,7% actual, al 4,6% en 2012 y al 3% en 2013. Para asegurar que cumple con estos objetivos, anunciará nuevas medidas el próximo 24 de agosto.
El dato llega en un momento delicado para Francia. El alto índice de endeudamiento del país, del orden del 84,5%, y la degradación de la nota soberana estadounidense la semana pasada, cuando S&P le retiró la triple A, han hecho temer que Francia, que todavía posee esta calificación, la más alta, sea la próxima en ser retrógrada. A esto se añade la gran exposición de los bancos franceses a la deuda griega, y en menor medida italiana, que han alimentado y dado credibilidad a diferentes rumores en los últimos días.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, tuvo de hecho que interrumpir el miércoles sus vacaciones para reunir de urgencia a un Gabinete restringido, al cabo del cual se anunció la elaboración de nuevas medidas de austeridad. A menos de un año de las elecciones presidenciales de 2012, el Gobierno excluye un alza generalizada de los impuestos, por lo que se esperan nuevos recortes de las deducciones fiscales.
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