Huelga de campeones

El fútbol español está en crisis. Aunque la Liga sea una de las mejores competiciones y España luzca orgullosa la estrella de campeones del mundo, hoy los clubes deben 50 millones de euros a 200 jugadores de Primera y Segunda División, según la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Esta cifra, y el hecho de que la negociación del convenio colectivo esté estancada desde hace meses, ha llevado al sindicato a convocar una huelga para las dos primeras jornadas de Liga y mantenerla hasta que no se desatasque la situación.

"Todos los futbolistas de Primera y Segunda División hemos tomado la decisión responsable, firme y unánime, de convocar una huelga", dijo, solemne, Luis Rubiales, el presidente de AFE. La escenificación de unidad era brutal, una muestra del hartazgo de los futbolistas, de los que no cobran y de los que tienen ingresos multimillonarios, pero también de su fuerza. El presidente del sindicato estaba escoltado por Ponzio, del Zaragoza, y Movilla, del Rayo Vallecano, dos de esos clubes que deben varios millones de euros a sus jugadores, y por representantes de asociaciones de futbolistas de media Europa. Detrás, Casillas, Puyol, Xabi Alonso, Llorente, Cazorla... hasta un centenar de futbolistas de todas las categorías, de todos los equipos.

"No queremos más dinero, sino que se cumplan los contratos", dice Rubiales

"Apelamos a la responsabilidad de los jugadores", esgrime la Liga Profesional

La razón del plante es puramente económica. La crisis ha multiplicado el número de clubes en concurso de acreedores, lo que les permite renegociar las deudas a la baja y aplazarlas sin sufrir castigos deportivos como el descenso automático que prevé la ley. Hoy son una veintena los clubes intervenidos por un juez para sanear sus cuentas, la mayoría de Segunda y Tercera División, pero también siete de Primera: Racing, Granada, Rayo, Zaragoza, Betis, Mallorca y Real Sociedad.

En paralelo a las suspensiones de pagos, ha crecido el número de jugadores con problemas para cobrar sus nóminas, hasta multiplicarse por dos en solo una temporada, según la AFE. El año pasado por las mismas fechas eran 100 los jugadores afectados, con una deuda de 12 millones.

"Es inadmisible que un trabajador esté durante tantos meses sin cobrar", subrayó Movilla en el acto, celebrado en un céntrico hotel madrileño. Entre ellos estaba Abraham Paz, el año pasado en el Hércules, hoy en el Cartagena, que subrayó la unidad de los futbolistas visiblemente emocionado. O Javi Paredes, del Zaragoza, quien después del acto reconoció que el club todavía le adeuda buena parte del sueldo de la última temporada. A pesar de ello, el Zaragoza ha fichado a través de un fondo a Roberto por 8,6 millones de euros.

"A los futbolistas no se les puede pedir más. Los futbolistas no queremos más dinero, queremos que se cumplan nuestros contratos", concluyó Rubiales.

A los jugadores tampoco les convence el fondo de garantía concursal anunciado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) la semana pasada para desatascar la negociación. "No da para cubrir la deuda y además está supeditado a que no haya cambios en la Ley Concursal", aseguró Luis Gil, gerente de AFE, quien cifró en 10 millones el tope de ese fondo por temporada. El Gobierno ha impulsado una reforma de esta ley para que los clubes que se acojan a ella no eviten el descenso, que está en el Senado y cuya aprobación está prevista para esta legislatura.

Lo que piden los jugadores es que los clubes paguen sus deudas y que no les salga gratis si no lo hacen. "No queremos solo medidas paliativas, queremos también medidas preventivas, como en Alemania, Inglaterra, Holanda...", dijo Rubiales, que citó entre ellas la posibilidad de que un jugador pueda rescindir su contrato si se le adeudan tres meses de salario y que no se permita jugar a los clubes que no cumplan los compromisos con sus jugadores, siguiendo el ejemplo de otros países europeos. El único equipo inglés que se declaró en quiebra, el Portsmouth, descendió por su situación económica.

La LFP criticó la decisión de los jugadores a través de un comunicado. "No entendemos la decisión de los jugadores", asegura el texto, que termina con un llamamiento a la negociación: "La postura de la LFP es en todo momento de avanzar en la negociación, de continuar trabajando y de alcanzar cuanto antes un acuerdo satisfactorio para todos, estando siempre, y en cualquier caso, nuestra puerta abierta para todos los jugadores, a los que únicamente les apelamos responsabilidad".

Los últimos antecedentes dicen que la situación se desatascará antes de la primera jornada de Liga, el sábado 20 de agosto. Aunque el fútbol español ha hecho cuatro huelgas entre 1979 y 1984, los últimos amagos, dos convocatorias en 2010, acabaron en nada. Si jugadores y clubes no llegan a un acuerdo antes de ese día, se complicaría el calendario futbolístico de todo el año, sin fechas libres y con la Eurocopa en el horizonte.