El empuje del turismo eleva un 7% el tráfico aéreo en julio
Barcelona bate su récord mientras Madrid baja un 0,4%
El turismo aguanta en España bajo la catarata de malos datos económicos como una suerte de cisne blanco. El tráfico de pasajeros de los aeropuertos españoles -un barómetro de la actividad empresarial y, sobre todo en verano, de negocio turístico-, creció un 6,7% el pasado julio, hasta superar los 22 millones de pasajeros, y acumula un avance de casi el 8% en los primeros siete meses del año, hasta los 117 millones.
En, conjunto, la red de AENA lleva siete meses consecutivos al alza. La buena racha comenzó con el año gracias a que la recuperación económica de los vecinos europeos -ahora en duda por la nueva arremetida de los mercados- animó la llegada de visitantes extranjeros. Además, las revueltas en los países árabes, sobre todo Egipto y Túnez, habían desviado clientes de playas del norte de África a España, especialmente Canarias. Hasta este mayo llegaron más de 19 millones de turistas extranjeros, un 7% más que en el mismo periodo del año pasado. Las cifras de julio siguen hablando de ello: el aeropuerto de Tenerife creció casi un 18% y Gran Canarias un 13%.
El aeropuerto de Huesca, sin vuelos regulares, solo tuvo 15 pasajeros
Ryanair engorda El Prat a costa de recortar el tráfico de Girona
Sevilla y Barcelona registraron los mayores incrementos de julio, del 23% y el 21% respectivamente, aunque el aeropuerto catalán, el segundo de España, es el que más ha engordado en cifras absolutas, hasta alcanzar los 3,6 millones de pasajeros, lo que supone un récord histórico para ese mes. Al tirón ha contribuido la entrada en juego desde el pasado otoño de Ryanair, que ha generado nueva demanda para Barcelona (sus rivales Vueling y Spanair han ganado también tráfico) a costa de recortar su actividad en Girona (sus pasajeros han caído un 41% respecto a julio de 2010).
El mayor aeropuerto español, Madrid, con más viajeros de negocios y menos vinculado a la campaña turística europea, perdió el 0,4% de sus pasajeros respecto a julio de 2010.
La explotación de los dos grandes campos de vuelos españoles, Madrid y Barcelona, se adjudicarán a una empresa privada a finales de noviembre.
Cuando se acerca el foco a cada aeropuerto, los números reavivan el debate sobre el exceso de aeropuertos españoles. Por el de Huesca, que se inauguró en 2007 y perdió su último vuelo comercial el pasado abril, pasaron 15 personas el mes pasado. Por el de Albacete, 933, un 20% menos, y por el de Córdoba, 834, un 48% más.
Hay aeropuertos fantasma. Si el aeropuerto de Ciudad Real formase parte de la red de AENA también arrojaría cifras pobres en esta estadística, ya que el centro perderá en octubre a Vueling, la única que operaba desde sus instalaciones. También sigue huérfano de aviones el de Castellón, financiado por la Generalitat valenciana y la Diputación, que se inauguró hace unos meses.
El volumen de carga transportada en los aeropuertos españoles, otra buena medida de la actividad económica, también se comportó de forma positiva hasta julio, al mover 384.836 toneladas, un 3,4% más que en los siete primeros meses de 2010.
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