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Crónica:ITALIA 2 - ESPAÑA 1 | FÚTBOL | Primer partido amistoso de la temporada
Crónica
Texto informativo con interpretación

Italia la toca, España padece

La selección de Del Bosque, blanda y desconcertada ante un equipo que ensaya un nuevo ideario

Diego Torres

Pocos pueblos han sido capaces de reinventarse ante las penurias con más creatividad y aliento vital que el italiano. En todos los ámbitos. También en el fútbol. Después del fracaso en el Mundial de Sudáfrica, Italia emprendió un camino de búsqueda. Nuevo entrenador, nueva generación y nuevas ideas. Por lo visto ayer en Bari, ante una lánguida España, el empeño azzurro no va mal encaminado.

La historia ha dotado a la selección italiana de una identidad que se relaciona menos con la vocación defensiva que con una forma de cautela analítica, en ocasiones estéril, a la hora de afrontar los partidos. A veces, esta tendencia a la precaución, con una dosis de orgullo nacionalista, ha distorsionado los sentimientos y las ideas que se formaron alrededor del fútbol italiano. Muchos han olvidaron que el calcio ha producido algunos de los futbolistas más finos que ha dado Europa y que en más de una ocasión, cuando se reunieron, fueron capaces de ofrecer momentos de gran belleza. Momentos sin los cuales Italia no habría sido nunca una potencia. Prandelli, el nuevo seleccionador, ha advertido que el juego atraviesa una época que exige desafíos nuevos. Para afrontarlos ha puesto el énfasis en el medio campo. En los intérpretes, antes que en los definidores puros. Ayer dibujó un 4-3-2-1 para poblar la parte ancha con jugadores más capaces de asociarse que de marcar: Pirlo y De Rossi para iniciar, Motta para acompañar y Montolivo para ejercer de enganche junto con Cassano. En punta, todo menos un habitante permanente del área: Giuseppe Rossi.

ITALIA 2 - ESPAÑA 1

Italia: Buffon; Maggio, Ranocchia (Bonucci, m. 77), Chiellini, Criscito; De Rossi (Aquilani, m. 65), Pirlo, Motta (Marchisio, m. 46); Montolivo (Nocerino, m. 74); Rossi (Pazzini, m. 59) y Cassano (Balotelli, m. 59).

España: Casillas (Valdés, m. 46); Iraola (Villa, m. 46), Piqué (Busquets, m. 46), Albiol, Arbeloa; Javi Martínez, Xabi Alonso; Iniesta (Thiago, m. 46), Cazorla (Mata, m. 80), Silva; y Fernando Torres (Fernando Llorente, m. 15).

Goles: 1-0. M. 11. Montolivo supera por arriba la salida de Casillas. 1-1. M. 37. Xabi Alonso, de penalti. 2-1. M. 83. Aquilani dispara y el balón, desviado por Javi Martínez, sorprende a Víctor Vadés.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Chiellini (m. 66) y a Balotelli (m. 90) por Italia y a Arbeloa (m. 56) por España.

Partido amistoso disputado en el estadio San Nicola, de Bari, ante unos 50.000 espectadores.

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España empezó la noche con displicencia. Se tomó media hora para entrar en el partido, inconsciente del cumplimiento de los deberes defensivos y con imprecisiones en la salida de la pelota. Lo pagó con sobresaltos. Montolivo y Cassano no tardaron en demostrar al público que se entienden de memoria. Cassano, resuelto a destacarse ante su gente, buscó a su colega casi exclusivamente con el tacón. Montolivo supo anticiparse a los pases y obligó a la defensa española a realizar movimientos inesperados con prejuicio de los laterales. Cuando estos intercambios se orientaban hacia la derecha, aparecía Rossi; cuando iban hacia la izquierda, el que se asomaba era Criscito. Este lateral zurdo de botas fluorescentes y zancada eléctrica brindó a Italia un instrumento ofensivo del que España no dispuso: un lateral profundo. Criscito aprovechó mejor que nadie la descolocación de la zaga española y, sobre todo, el desconcierto de Iraola. Habían transcurrido 10 minutos cuando midió el desmarque de Montolivo y le metió un pase tenso y con freno a las espaldas de Iraola. El mediapunta del Fiorentina hizo un movimiento circular de dentro a fuera y, cuando interceptó la pelota, tiró la diagonal y la picó por encima de Casillas.

El nuevo rumbo ideológico de Italia se reflejó con la ventaja. El equipo se replegó unos metros, pero no regaló el balón. Consciente de que no contaba con ningún jugador capaz de ganar fácilmente por arriba, ningún Toni, ningún Vieri, elaboró las jugadas desde atrás, buscando avanzar por fuera, retrasando y volviendo a empezar, casi siempre con Pirlo como primer distribuidor. Italia manejó mejor el partido. Criscito mandó un tiro al travesaño y Cassano estuvo a unos centímetros de embocar un remate cruzado. El portero resolvió el mano a mano despejando con el pie.

Fue un partido vibrante, de un nivel excelente teniendo en cuenta que la mayoría de los jugadores no han acabado la pretemporada. España pagó su falta de solidaridad. La lesión de Torres no contribuyó a que sus compañeros encontraran el hilo de las jugadas. Esto no sucedió hasta que Iniesta empezó a ofrecerse para dar mayor coherencia a las maniobras en campo contrario. Una apertura de Iniesta, que encontró a Cazorla solo en la izquierda, propició el centro que necesitaba Llorente. Acosado por Chiellini, el delantero del Athletic logró ganar la posición, pero su marcador se lo impidió con un agarrón. Al menos, eso pitó el árbitro. Xabi metió el penalti y equilibró el partido. Pero España se fue al descanso con muchas cuentas pendientes y más dudas tácticas que su rival. Un tirón invitó a Piqué a pedir el cambio e Iraola sintió molestas en el descanso. El técnico, sin más defensas, sustituyó al vasco por Busquets y retrasó a Javi Martínez como central. Una línea insólita: Busquets, Javi Martínez, Albiol y Arbeloa.

España mejoró en el segundo acto. Aunque prevaleció la intermitencia, tuvo más firmeza y Villa le dio aire ofensivo. Silva y Llorente casi mandaran sendos balones a la red. Eso es lo que hizo Aquilani con un remate desde fuera del área que pegó en Javi Martínez y confundió a Valdés. El gol, producto de un hecho circunstancial como el rebote, premió, sin embargo, la capacidad de Italia para reinventarse.

Aguilani (14) celebra el gol de la victoria italiana ante la desolación de Javi Martínez (a la izquierda) y Thiago.
Aguilani (14) celebra el gol de la victoria italiana ante la desolación de Javi Martínez (a la izquierda) y Thiago.GREGORIO BORGIA (AP)

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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