Batalla campal en Colmenar Viejo
Un herido muy grave por una puñalada y cinco detenidos tras una reyerta entre marroquíes y dominicanos - Cuatro comercios resultaron atacados
"Lo que hubo aquí fue una verdadera batalla campal". Así recordaba ayer una vecina la disputa entre varios centenares de jóvenes de origen marroquí y dominicano que se produjo la tarde del lunes en Colmenar Viejo (44.400 habitantes). La bronca se saldó con un herido muy grave, Mohamed Saddiki, de 27 años, y los cinco supuestos agresores detenidos, entre ellos, el presunto autor de la puñalada. La Guardia Civil desplegó hasta 15 patrullas por el municipio, pero no logró evitar que cuatro comercios propiedad de latinoamericanos fueran atacados y asaltados.
Los hechos se iniciaron a las 20.30 junto a una parada del autobús, en el centro de la localidad. Allí estaba Mohamed Saddiki con unos amigos, cuando pasaron unos dominicanos. En ese momento no hicieron nada, según cuenta el hermano del herido, Ahmed. Pero acto seguido se dieron la vuelta y entraron por una calle aledaña. Aprovecharon que ya estaba solo junto a un amigo para emprenderla golpes contra ellos. "Uno de ellos sacó un cuchillo de grandes dimensiones y le dio casi a traición, en la axila izquierda", explica Ahmed de manera gráfica mientras levanta el brazo. Enseguida aparecieron los amigos y familiares de Saddiki, que intentaron defenderle, pero los amigos del agresor le protegieron con navajas."Hace tres o cuatro días, mi hermano tuvo una discusión con el que le apuñaló, pero no sé por qué. En esa ocasión fueron ellos dos solos y no la que se montó anoche [por el lunes]", explicó Ahmed. El joven quedó tirado en el suelo, con una herida penetrante por la que sangraba abundantemente. Tras ser estabilizado por los facultativos de una UVI móvil del SUMMA, fue trasladado al hospital La Paz. Ayer estaba ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI), con pronóstico muy grave. Se temía por su vida porque la cuchillada le había afectado el corazón. El herido es un viejo conocido de la Guardia Civil. Tiene al menos 15 antecedentes policiales, en su mayoría por tráfico de drogas a pequeña escala.
El supuesto autor material de la puñalada ingresa en prisión
El Ayuntamiento pide calma y tranquilidad a los vecinos
Los atacantes (algunos testigos hablan de hasta un centenar) huyeron a la carrera por las calles adyacentes y se refugiaron en el bar Rosana, en la calle de Sogueros. "Todo fue muy rápido. Yo estaba comiendo melón y había dos clientes en la barra. De repente entró el chaval dominicano y empezó una fuerte bronca", recordaba Rosana, la dueña del establecimiento. Esta solo tuvo tiempo de gritar a un amigo que le diera las llaves y cerrar la puerta del bar.
"Fue una lucha total. Empezaron a romper todos los cristales del local. Querían entrar y matar a uno de los chicos que se refugió aquí", añadió la propietaria, mientras limpiaba ayer por la tarde los destrozos del local. Las lunas de las ventanas y de la puerta estaban hechas añicos. El ordenador y el aire acondicionado también recibieron varias pedradas.
La dueña mostraba cómo los atacantes habían quitado un bolardo de la calle de más de un metro de altura y lo habían lanzado dentro. También resultaron dañados dos vehículos que estaban estacionados en la puerta. El parabrisas de uno de ellos quedó destrozado al igual que el retrovisor exterior izquierdo. "Tengo miedo. Me han amenazado de que me iban a matar, cuando yo no hice nada de nada. Al revés, creo que al cerrar el local, quizá salvé una vida", añade.
Al lugar acudieron varias patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil, cuyo cuartel está a unos 400 metros de los hechos. Intentaron parar a los agresores, pero tuvieron que pedir refuerzos ante el cariz que estaba tomando la situación.
A las 20.45 fue detenido el dominicano Francis Rafael N. S., de 29 años, acusado de ser el autor material de la puñalada contra Saddiki. Se le inculpa de participar en una riña tumultuaria y un delito de homicidio en grado de tentativa, a la espera de ver cómo evolucione el herido. El juez decretó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza.
Una hora y cuarto después, también eran detenidos los otros cuatro compinches, también de nacionalidad dominicana, por haber intervenido en la pelea. Los cinco arrestados carecen de antecedentes policiales, según fuentes de la investigación.
La noche del lunes fue bastante agitada en Colmenar Viejo. Los amigos de Saddiki formaron patrullas improvisadas por el municipio en busca de latinoamericanos con la intención de vengar la agresión. En su recorrido no hallaron afortunadamente a nadie pero destrozaron al menos cuatro locales: dos bares de copas de origen latino en la calle de Carretas, una peluquería en la calle del Capitán Gómez Pinto y una sastrería próxima a un área comercial del centro urbano.
La Guardia Civil tuvo que mandar hasta 15 patrullas de los municipios cercanos y agentes de los grupos rurales de seguridad (GRS, los antidisturbios del cuerpo) para controlar a los exaltados. Los ánimos se calmaron sobre las dos de la madrugada, cuando la mayoría de los marroquíes se marchó a sus domicilios.
La vigilancia continuó por la tarde. Era frecuente ver a patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil por la zona para evitar conflictos. "Queremos tener una presencia discreta, porque, si ponemos a mucha gente uniformada en la calle, puede entenderse como una provocación", explicaron fuentes del instituto armado.
La pregunta que surge es qué ocurrió para que se desencadenara esta batalla campal entre las dos nacionalidades. La Guardia Civil no quiere pronunciarse hasta que interrogue a todos los intervinientes en la disputa y mantiene abiertas todas las hipotesis, entre ellas, la del control de zonas para la venta de drogas a pequeña escala. De hecho, los amigos y familiares de la víctima acusaron a los dominicanos de traficar con cocaína en el municipio. El herido tiene varios antecedentes por tráfico de estupefacientes.
Un posible problema añadido es que a partir del 19 de agosto se celebran las fiestas patronales en la localidad, lo que puede contribuir al incremento de la tensión entre ambos grupos. Desde el Ayuntamiento se ha hecho un llamamiento a la calma y a la tranquilidad entre los convecinos.
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