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La Xunta ratifica ante Pescanova que no llevará el marisco contaminado a Xove

Varias cofradías pontevedresas se ofrecen para acoger la depuradora natural

"Nos prometió que la batea no se montaba en Xove. Solo esperamos que esta promesa se cumpla". Isidro Fernández Villaverde, presidente del comité de empresa de la piscifactoría de Pescanova en Lago (Xove), salía "alegre y tranquilo" de la reunión de ayer con Rosa Quintana. Era el segundo encuentro en una semana que la conselleira de Mar mantenía con las partes afectadas por su decisión de instalar en Xove una batea para la depuración natural del marisco contaminado por coliformes. De la cita salió la primera decisión contundente de Quintana desde el inicio de la crisis: la Xunta llevará su batea depuradora de molusco lejos de la costa de Lugo, donde el proyecto se ha encontrado con el fuerte rechazo de Pescanova, que tiene su criadero más importante de rodaballo de España a 500 metros de Morás, el lugar pensado en un inicio y declarado "zona de reinstalación". La multinacional con sede en Vigo había amenazado al Gobierno gallego con denunciarlo ante la Fiscalía de Lugo si no buscaba otra ubicación para planta.

La Consellería de Mar insiste en que Morás cumple todos los requisitos

En el encuentro del lunes con representantes de la cofradía la conselleira fue mucho más tibia y, aunque prometió revisar las tallas mínimas para que los mariscadores de Ferrol-Barallobre, A Coruña y Pontedeume puedan usar la batea, no se comprometió de forma clara a modificar su emplazamiento. Tampoco lo hizo ayer, al menos de forma oficial, porque en el comunicado que difundió después de la reunión, la Consellería de Mar solo señala que continúa "buscando nuevas zonas de reinstalación en Galicia", a la vez que insiste en que Morás "cumple estrictamente los requisitos que exige la normativa europea". "Nunca se adoptaría ninguna medida que pueda perjudicar al sector marisquero, pesquero o acuícola", añade la nota. Pero abiertamente, la consellería no admite la promesa hecha ayer por la mañana a Pescanova, como tampoco aclara si cuenta con un estudio sobre el impacto ambiental de la llegada de molusco con E.coli a aguas limpias. Fuentes del departamento de Rosa Quintana tan solo insisten en que la zona de Morás cumple a rajatabla todas las exigencias de la Unión Europea

Que las aguas de Xove son aptas para la planta también lo repitió la conselleira frente al comité de empresa de Pescanova, que desconvocará la concentración que tenía prevista para el próximo viernes frente a la delegación de Pesca en Celeiro (Viveiro). De idéntica forma, explicó que las bacterias coliformes son inocuas para las aguas receptoras del marisco contaminado, así como para las crías de rodaballo que crecen en Lago. Así que la conselleira, admite Fernández Villaverde, desistió para evitar conflictos. "Nos dijo que no quería enfrentamientos dentro del sector". El comité celebrará hoy una reunión con todos los trabajadores para comunicarles la noticia.

El compromiso de desestimar la opción de Xove, pese a estar aprobada desde la semana pasada, centra todas las miradas en el resto de zonas A (libres de contaminación) de la costa gallega. Algunas cofradías de Pontevedra, que José Antonio Gómez, presidente de la federación provincial, no quiere precisar, ya han hecho saber a Mar su disponibilidad para acoger la polémica batea."El lunes, en una reunión en la cofradía de Lourizán, el apoyo al proyecto fue unánime", asegura Gómez. "La gente quiere trabajar, aumentar su cuota de mercado y ampliar los permisos de explotación", indica. Los mariscadores de Pontevedra se mostraron desde el principio partidarios de la depuración natural propuesta por la Consellería.

Solo dos áreas de la provincia son aptas para acoger el molusco contaminado, según el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), encargado de analizar la carga microbiológica de las aguas: la parte externa de la ría de Pontevedra, que incluye la isla de Ons, y la zona externa de la ría de Aldán. Otras áreas con bajos niveles de coliformes -menos de 230 por 100 mililitros- son, además de buena parte de la costa de Lugo, la parte externa de la ría de Cedeira o la ensenada de Fisterra. Según Mar, uno de los motivos que más pesó al elegir Morás como emplazamiento original del proyecto fue no solo la calidad del agua sino también la lejanía de la costa del Cantábrico respecto a las zonas de mayor actividad de los furtivos, una de las grandes lacras de rías como las de O Burgo o Ferrol.

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