Una década que cambió el cómic

No, no es un pájaro, ni un avión. Es, efectivamente, Supermán, -al menos su figura de tamaño presuntamente real- que anuncia de nuevo desde la pasarela que cruza la principal entrada a la ciudad que A Coruña hierve de cómic. Desde ayer y hasta el próximo domingo se celebra la 14ª edición de Viñetas desde o Atlántico, el salón de la banda diseñada que se centra más en el aficionado y en la dimensión cultural de esta manifestación artística que en la editorial o profesional. De hecho constituye uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad: su media tradicional de visitantes es de 70.000 personas.

Este año, la invitada estelar es Valentina. El personaje del italiano Guido Crepax, símbolo del erotismo en el cómic europeo de la década de los sesenta, hace su primera gira española (viene de la Semana Negra de Gijón) y recala nada menos que los bajos del Palacio Municipal de María Pita. Con los originales viene la mujer real que la inspiró (además de la actriz del cine mudo Louise Brooks), Luisa Crepax, viuda del autor fallecido en 2003, y su hijo Antonio, que hoy desvelará en la primera sesión de conferencias el trasfondo de ese personaje y del trabajo de su padre.

"En 10 años la transformación ha sido brutal", dice Miguelanxo Prado

El festival coruñés atrae a 70.000 visitantes de media cada año

Pero el motivo central de la edición de este año de Viñetas desde o Atlántico es un análisis de la última década del género en España. "Se ha producido un cambio brutal", considera el director del certamen, el dibujante Miguelanxo Prado. "Han desaparecido las revistas, pero ha irrumpido con fuerza la novela gráfica. Antes nuestros productos con presencia internacional eran, como mucho, Mortadelo o Torpedo? pero no había auténticos bestsellers mundiales como Blacksad". Los originales de este cómic de Juanjo Garnido y Juan Díaz Canales se exponen en el Kiosko Alfonso, que también muestra los de El arte de volar, la novela de Altarriba y Kim que narra las experiencias pre y pos Guerra Civil del padre del guionista o los de Lydie, del catalán Jordi Lafebre, revelación en el mercado francés, que tiene como protagonista a una niña muerta, pero viva en la ensoñación de su madre. "Estas producciones eran impensables antes, y revelan la madurez del género", según Miguelanxo Prado.

El Kiosko acoge -además de charlas públicas de todos los autores- otras dos muestras de esa madurez. La obra de Pere Joan sobre la novela Nozilla experience, de Agustín Fernández Mallo, que -una revolución más- ha sido editada en la misma colección de Alfaguara que su referente, y la de O heroe, del orensano David Rubín, uno de los autores revelación del cómic en España. En lo que es casi un guiño complementario a la muestra de esa evolución del género, en Palexco se expone Viaja con nosotros, una muestra organizada por Acción Cultural Española que repasa la obra de seis autores que contribuyeron a revolucionar la historieta en la década de los ochenta: Mauro Entrialgo, Gallardo, Keko, Max, Micharmut y el propio Miguelanxo Prado. Otras exposiciones que ocupan la práctica totalidad de las dependencias culturales municipales versan sobre superhéroes, Los Pitufos o piratas (en el Acuarium Finisterreae, obviamente).

Además de Rubín, el cómic gallego está presente con dos exposiciones en la Sala Salvador de Madariaga. Las de los ganadores de los premios Castelao de 2010, Brais Rodríguez, y 2011, Iván Suárez e Ignacio Vilariño. "También en la banda deseñada ha habido una revolución: desgraciadamente han desaparecido las revistas, pero han surgido colecciones en editoriales o incluso editoriales específicas. Y hay autores que se están consolidado en España y fuera, como Rubín, Brais, Enma Ríos

[que trabaja para el mercado estadounidense y a la vez hizo murales, con Rubín, para el viaducto de Cuatro Caminos en A Coruña], Alex Cal [que ilustra una serie de Spiderman para Marvel] o Jacobo Fernández. La contribución gallega al cómic es mayor que la de cualquier otra comunidad", analiza Prado.

Las exposiciones se mantendrán hasta primeros de septiembre. Las actividades finalizarán el domingo, igual que la Rúa da BD, 42 pabellones de librerías y editoriales especializadas. "Aparentemente, el mercado del cómic está sufriendo menos la crisis que otros", considera el creador de Viñetas, que asegura no notar el cansancio de pensar y organizar 14 ediciones: "Cuando me aburra lo dejaré, pero siempre son diferentes, siempre es un reto y siempre hay tensión", dice. "Por ejemplo, ahora casi atropellan a Valentina/Luisa Crepax por cruzar en rojo", se ríe al teléfono.