"Las fiestas de Vitoria tienen el mejor ambiente de calle"

Como trabajador social, tiene mano izquierda para resolver los dilemas que surgen a veces en la fiesta. José Miguel Garatxana, de 48 años, explica que se acostó a las siete y media de la mañana de ayer y durmió solo hasta las nueve. No hay demasiado tiempo para dormir cuando se es presidente de la Comisión de Blusas y Neskas, el ejército de la juerga en Vitoria. Pertenece a la cuadrilla Petralak.

Pregunta. ¿Cómo empezó todo esto de las cuadrillas de blusas?

Respuesta. La primera se remonta a 1925. Se llamaba El Himeneo. Eran eso, una cuadrilla de amigos, hombres. Ahora las mujeres se han ido incorporando, como tiene que ser, aunque siguen siendo minoría. Iban a comer a los txokos haciendo el recorrido de ida y vuelta a los toros y, al año siguiente, surgieron dos cuadrillas más. Ahora tenemos 23, englobadas en la Comisión de Blusas y Neskas, con unas 2.500 personas.

"El Ayuntamiento nos da 94.000 euros, pero cada charanga puede costar 10.000"

P. ¿Cómo se elige a Celedón?

R. Lo elige la comisión como máxima representante de los blusas y las neskas. Se vota de forma democrática. Los candidatos, claro está, tienen que pertenecer a una cuadrilla. Después, los usos hacen que se suela elegir a gente grande, porque no es fácil cruzar la plaza llena de gente.

P. ¿Cómo se financian?

R. A través de una subvención del Ayuntamiento recibimos unos 94.000 euros este año. Dividido por las 23 cuadrillas, toca a 4.000 cada una. Pero hay que tener en cuenta que solo la charanga puede costar 10.000 euros. Luego tenemos una txosna en la Plaza del Machete que nos da unos ingresos de 12.000 euros, sacamos una revista con publicidad y cada cuadrilla también se busca la vida, llevando publicidad o negociando con los bares. Además, en cada cuadrilla se paga una cuota que varia entre 160 y los 230 euros, más o menos.

P. ¿Son el elemento diferenciador de la fiesta en Vitoria?

R. Estas son las fiestas con más ambiente de calle de las tres capitales vascas. Y ese ambiente lo ponemos los blusas, que marcamos la diferencia, a pesar de la fama de borrachos que a veces tenemos. Sinceramente, creo que lo hacemos bien.

P. ¿Alguna vez han tenido que tomar sanciones?

R. En mi cuadrilla, sí. Hace años uno tuvo una pelea en la que le rompió la nariz a alguien de otra cuadrilla y automáticamente le echamos. Pero en geneal, el blusa es un tipo alegre que contagia de fiesta a los de alrededor que quieran dejarse llevar.