Los indignados se preparan para la visita del Papa a Madrid
El 15-M, el movimiento de los indignados, comenzó ayer a organizar la visita de Benedicto XVI. Los indignados están elaborando un calendario de acciones de protesta para la llegada del Papa, entre las que se encuentra la escenificación de un vía crucis reivindicativo, la colocación de puestos informativos en los lugares donde se hospedarán los peregrinos y una manifestación en Neptuno paralela a la misa del martes en la plaza de Cibeles con la que se inaugura la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Para llevar a cabo estos actos miembros del movimiento han contactado con asociaciones y organizaciones (laicas, feministas) que critican también la visita del Papa para unir fuerzas.
Estos y otros asuntos se debatieron durante la tarde de ayer en el II Foro Popular Intercalles del 15-M, que consistía en la celebración de una serie de comisiones en todos los accesos a Sol, adonde la policía no les dejaban entrar hasta ayer. La mayoría acabaron celebrándose en mitad de la plaza, donde de nuevo va a estar operativo a partir de hoy un centro de información. Ese puesto es un símbolo del 15-M, pues era lo que los indignados habían acordado con las autoridades dejar en Sol a cambio de levantar la acampada. La policía se lo llevó por delante durante el desalojo de esta semana, pero ahora vuelve a estar activo: un par de sillas y una mesa donde se facilita información, en especial de los desahucios que se están paralizando por toda España. Tras horas de debate en las comisiones, a media noche estaba previsto que se celebrase una asamblea en la que aprobar definitivamente las propuestas más interesantes.Pero antes se habló y mucho. La asamblea de Social era al principio de la tarde una de las más populosas. A la entrada de una calle de Preciados repleta de gente de compras, unos 80 indignados de este grupo de trabajo debatían sobre "los espacios comunitarios". "¿Por qué recortan de la educación? ¿Por qué la Comunidad de Madrid quiere reducir el número de profesores? Es una vergüenza, yo lo único que quiero es una educación digna", decía un chico de unos 20 años. También hubo reflexiones sobre los comercios de la zona. "Los comerciantes decían que estaban perdiendo mucho dinero porque estábamos ocupando la plaza, pero ¿qué opinan ahora de que la policía les ha cerrado durante tres días las tiendas y les ha obligado a recoger las terrazas?", decía una mujer. Del papel de la policía se debatió largo y tendido después de la carga policial que se llevó a cabo frente al Ministerio del Interior y que se saldó con 20 heridos y 4 detenidos. Los arrestados quedaron ayer en libertad tras pasar por los juzgados de la plaza de Castilla. En la puerta les esperaban medio centenar de indignados.
La celebración de las comisiones quedó suspendida unos minutos por la irrupción en Sol de los familiares y amigos de Ramón Barrios, un chico de 18 años que murió hace un mes en un centro de menores. "¡Ramón, ni olvido ni perdón!", gritaban. No creen la versión oficial que señala que falleció por muerte natural. "Los ricos nunca entran, los pobres nunca salen", cantaban sobre los centros de menores.
Globos y pompas
De vuelta a las comisiones, al principio de la calle del Arenal había dos mucho más pequeñas, con una veintena de asistentes cada una. En la primera, la de Expansión Internacional, se debatía sobre el movimiento ciudadano surgido en las últimas semanas contra el Gobierno israelí. Hay división de opiniones, y algunos confunden el apoyo a las acampadas israelíes con el apoyo al Ejecutivo. "No podemos apoyar a unas acampadas y a otras no. Este grupo tiene que ser útil, tiene que dar información sobre el movimiento en España a aquellos que están ahora empezando en sus países. No nos podemos quedar en ver solo cuántas acampadas hay en el mundo", decía una mujer italiana llamada Mariangela.
En Comunicación buscaban medidas para relajar a las masas en momentos de tensión. Como soluciones se barajaban opciones simples como tirar globos, pompas de jabón y aviones de papel, algo que funcionó durante el cierre de la Puerta del Sol. Ideas más sofisticadas se están buscando para recibir al Papa: el 15-M le espera y no con los brazos abiertos.
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