Agua sucia en L'Almoina
Una lámina de agua sucia viste uno de los complejos arqueológicos más importantes de Valencia. Se trata de L'Almoina, centro inaugurado en 2007, que contiene restos de la Valencia romana, visigoda y musulmana. En un principio, el espacio ofrecía su interior al visitante a través de un techo transparente cubierto de una lámina de agua de apenas unos dedos de grosor. A través del líquido, podían observarse con claridad las ruinas romanas del interior y desde allí, igualmente, era posible contemplar los edificios de la ciudad actual.
Desde hace un tiempo, sin embargo, el agua luce turbia y el piso, manchado. No se ve el interior desde fuera ni el exterior desde dentro. Se trata de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, a escasos metros de la catedral y a mitad camino entre las plazas de la Reina y de la Virgen. Todos los turistas paran ahí, se asoman, pero el agua sucia no deja ver nada.
Al principio parecía una buena idea. El agua se renovaba cada semana y el suelo se limpiaba manualmente, pero ya hace un par de años que dejó de hacerse. El Ayuntamiento barajó la colocación de una depuradora a finales del año pasado, pero de momento ha quedado en intención. Mientras tanto, la Valencia antigua no se ve desde la calle.
Lo cierto es que esta curiosa fuente genera más dolores de cabeza que otra cosa. El año pasado tuvieron que cambiarse tres de los paneles de cristal que se habían roto y los servicios de limpieza y mantenimiento se quejan continuamente de los problemas que generan los gamberros.
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