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Una juez de Lugo acusa a un guardia civil de acoso y calumnias

Un comandante y un coronel secundan la denuncia que llega a juicio en otoño

La sala de lo Penal número 2 de Lugo ha fijado para el 23 de noviembre el juicio oral contra Javier Martínez Blanco, miembro de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, que fue acusado en 2009 por dos de sus jefes y la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo de un delito de calumnias. La juez, Estela San José, es responsable de investigaciones de calado como la de la trama de las multas (por la que está imputada media plantilla de la Policía Local, el exsubdelegado del Gobierno y el exjefe de Tráfico en la provincia) o el reparto de subvenciones por parte del Igape, entre otras varias. Secundan la acusación contra el agente el comandante Jesús Borjas (en las fechas de los hechos denunciados, capitán, y ahora destinado en Madrid) y el coronel José Herrera García-Lora (entonces jefe de la comandancia lucense y hoy destinado en Canarias).

Herrera está actualmente imputado en la Operación Carioca, precisamente por la misma juez, Pilar de Lara, a la que le tocó instruir este caso sobre presunto acoso y calumnias a través de foros de internet contra Estela San José y diversos mandos del Instituto Armado. Al juicio han sido convocados en calidad de testigos siete representantes de la Guardia Civil de Lugo, miembros de diferentes unidades.

En su declaración ante Pilar de Lara, magistrada del Juzgado número 1 de Instrucción, Estela San José relata todo un calvario vivido, según explica, a causa de las calumnias vertidas en varios foros de internet que habitualmente frecuentan agentes del Instituto Armado, como El Faro Verde, entre 2007 y 2009. La gravedad de los comentarios que fueron apareciendo en diversas líneas de opinión abiertas en la red, bajo la máscara de diferentes nicks o seudónimos de internet (alguno de los cuales permaneció vigente y muy activo bastante tiempo después de la denuncia), desembocó en serios problemas personales y familiares para los denunciantes.

Por ejemplo, las calumnias presuntamente realizadas bajo alias por Javier Martínez Blanco deterioraron la relación sentimental que entonces mantenía la juez con otro agente del cuerpo hasta acabar en la ruptura y, en su declaración, San José reconoce que sufrió un "trastorno depresivo grave" que la obligó a seguir un tratamiento médico y dificultó hasta el extremo su trabajo en los juzgados.

Todo comenzó, según ella, después de que llevase a cabo la instrucción de "una denuncia por violencia de género que se presentó contra un guardia civil destinado en Lugo". A ella, que habitualmente lleva los casos de violencia machista, le correspondió este porque estaba de guardia aquel día. Varios miembros del cuerpo, entre ellos Jesús Borjas, vecino y amigo de la juez, abogaron a favor del agente, pero ella lo mandó detener.

Inmediatamente, y en primer lugar con el nick Habemus, en verano del año 2007 comienzan los comentarios descalificadores e injuriosos en la Red, desacreditando de varias maneras la actividad profesional de la juez y alimentando el rumor de que existía una relación sexual entre ella y el capitán Jesús Borjas Astorga. Tanto este como otros mandos fueron descalificados desde entonces en los foros.

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