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Reportaje:LAS HERIDAS DEL PATRIMONIO CULTURAL

La prehistoria se resiente

El yacimiento arqueológico del Monte Penide sigue en estado de abandono

El monte Penide, que separa desde el alto de la ría los municipios de Redondela y Vigo, es conocido por la belleza de sus paisajes. Aunque ignorado, el monte redondelano alberga uno de los yacimientos arqueológicos más completos del suroeste de Galicia. Casi una cuarentena de mámoas, aproximadamente una decena de petroglifos y dos castros componen el conjunto de restos prehistóricos, que pese a su importancia, no están indicados ni publicitados.

En la oficina de turismo se omiten estos vestigios, cubiertos por la maleza e incluso pintados. Únicamente la labor de las múltiples asociaciones culturales de la zona ha conseguido estampar las diferentes rutas en papel, que ahora, mediante una iniciativa privada, también se pueden consultar en la red.

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Según la asociación Alén Nós, la "única acción" por parte de las Administraciones en los últimos años ha sido la de restaurar la Mámoa do Rei y dotarla de un panel informativo. El resto de reliquias, "nada".

Pese al abandono, las mámoas, cubiertas de tierra, pino y matorral, han corrido mejor suerte que los dos castros que, según fuentes de la misma asociación, están "gravemente perjudicados por el aeropuerto de Peinador". A escasos metros, los petroglifos sirven como diana del vandalismo, que como recuerda el arqueólogo Xurxo Constenla, pueden ser considerados como "grave delito", puesto que todos estos grabados de la Edad de Bronce están declarados Ben de Interese Cultural.

Los grafitis no son las únicas agresiones que sufren estos vestigios. Constenla afirma que la preservación de este tipo de patrimonio "es más compleja hoy por la proliferación de carreteras, incendios y métodos agresivos de roza". El cuidado de los petroglifos obliga incluso a los aficionados y estudiosos a extremar la precaución. La mejor fórmula -y menos corrosiva- es "cuando sale o se pone el sol" según el arqueólogo. Marcarlos con tiza está rotundamente prohibido y para llevar a cabo otras prácticas, como el calco encima de un papel cebolla, es necesario pedir los permisos pertinentes a la Consellería de Cultura.

Desde el tejido asociativo, el grupo Alén Nós lleva reclamando desde su fundación una recuperación integral del parque, que consistiría en "la adquisición de terrenos, abrir senderos, musealizar las mámoas y la construcción de un centro donde albergar los restos", aunque se podría hacer por fases "dependiendo del presupuesto". Tras las constantes negativas por parte de las Administraciones, han apostado por un museo digital. Desde el Ayuntamiento, el edil de Cultura, Alberto Pazos (PP), asegura su prioridad para la adecuación de esta zona, prorrogada por falta de presupuesto. Ejemplos como el Monte Tetón o Campo Lameiro demuestran que iniciativas similares pueden repercutir favorablemente en los ingresos municipales.

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