Blanco supedita la llegada del AVE a que se siga invirtiendo como él lo hizo

No se cansó de decir que convocaba la rueda como ministro de Fomento, pero la sombra del 20-N se cernía sobre el salón del Hostal. José Blanco decidió, según dijo, romper el "silencio" que mantenía por "lealtad institucional" con la Xunta para "poner las cosas en su sitio" acerca del AVE, "la mayor inversión/planificación de la historia de Galicia en infraestructuras de transporte".

"Todo tiene un límite", hasta las "verdades a medias y las mentiras" que, según Blanco, se han dedicado a decir en las dos últimas semanas Feijóo y su conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, que ayer volvió a reprochar al ministro que deje "los tramos más complicados" sin comenzar en "el peor momento económico". El ministro alertó de la posibilidad de que, con sus "falsedades" y críticas (como la de que el AVE llegará en 2018), el PP esté "preparando un panorama de recortes por si llega al Gobierno", para "devolvernos a la Galicia que siempre estaba esperando por lo que nunca llegaba".

El Gobierno gallego, "mareando la perdiz" y poniendo trabas de forma "desleal" e "irresponsable" (por ejemplo en el proyecto de la entrada desde Lubián y el del paso por la ciudad de Ourense) para retrasar la obra, ha hecho perder al menos un año, aseguró. No obstante, "los objetivos se cumplen", dijo. Los trenes híbridos, previos al AVE, ya circularán a "principios de 2012" y la alta velocidad será una realidad completa "a finales de 2015". Esto, por supuesto, si el "próximo Gobierno" mantiene el ritmo de inversión (más de 650 millones anuales ejecutados, frente a la media de 70 de tiempos de Cascos) que según Blanco se ha imprimido desde Madrid en Galicia, a pesar de "las vacas flacas", siendo él titular de Fomento.

Flanqueado por los demás jefes de la materia en el ministerio, dijo que no admitirá que "unos aficionados cuestionen" el trabajo de los ingenieros y anunció que seguirá licitando hasta que se lo "permita la ley". Para acallar las críticas de la Xunta, llegó cargado de datos, todos en forma de millones de euros, y fue comparando la licitación y la inversión realizada en la Alta Velocidad durante los gobiernos de Aznar y los de Zapatero. En todas las tablas ganaba muy de largo el PSOE.