Rubalcaba alardea de política vial en la Operación Salida
El candidato asegura que hay "10.000 vidas ahorradas"
El primer acto del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba tras el adelanto electoral estaba cortado a la medida del candidato: un encuentro con las seis principales organizaciones que representan a las víctimas de accidentes de tráfico, que le puso en bandeja alardear de la política de seguridad vial que hizo al frente del Ministerio del Interior. "Hay en torno a 10.000 vidas ahorradas", afirmó. "No tienen nombre y apellidos, pero viven por lo que hemos hecho entre todos".
Para completar el mensaje -y abundar en la austeridad que ha reclamado a su partido en esta campaña-, el aspirante socialista acudió al acto al volante de su propio coche, un Skoda Fabia rojo, que aparcó en la puerta. Él mismo fue después a sacar el tique para aparcar en la calle y lo colocó en su vehículo. Hacía más de una década que no se bajaba del coche oficial, que mantuvo mientras fue ministro y, antes, como portavoz socialista en el Congreso.
El aspirante avisa de no bajar la guardia contra ETA "al final del camino"
Rubalcaba se comprometió con las organizaciones a mantener "en la agenda política" la seguridad vial y a renovar los baremos de indemnización a las víctimas, que consideró obsoletos. "Las cosas han cambiado radicalmente: hoy sobreviven más personas por la medicina y por la atención rápida, pero la supervivencia es costosísima", afirmó.
El candidato socialista se negó a valorar el compromiso de su adversario, Mariano Rajoy, de que no hará más recortes sociales si gobierna porque, dijo, su campaña no va a consistir en arremeter porque sí contra el adversario. "No me van a doler prendas en decir las cosas que me gustan de lo que dicen otros", agregó.
También tuvo un recuerdo para los dos guardias civiles asesinados en Palma de Mallorca hace dos años, el último atentado con víctimas de la banda terrorista ETA en España. "Mi mensaje a la sociedad es que creo honestamente que estamos recorriendo los últimos pasos", aseguró. Pero también avisó de que no hay que bajar la guardia "al final del camino": "Se trata de mantenernos juntos y no equivocarnos y, al final, ETA pasará a formar parte de una historia negra muy dolorosa".
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