_
_
_
_
_
NATACIÓN | Mundiales de Shanghái

Phelps bendice a Melissa, la nueva reina

Diego Torres

La natación estadounidense ha alumbrado una nueva estrella en Shanghái. Se trata de una rubia sonrosada de solo 16 años que cuando sonríe deja ver el corrector bucal y que ayer fue capaz de nadar los 200 metros espalda por debajo de los 2m 6s antes de tirarse en la última posta del 4x100 estilos para asegurar el oro a su equipo y otra marca fastuosa: 3m 52,19s. Se llama Melissa, Missy, Franklin y es la sensación del equipo norteamericano. Una nadadora que, desde que comenzó a acudir a los grandes premios de su país el año pasado, en Charlotte, no ha dejado de asombrar por su precocidad y su facilidad para nadar distintas pruebas. En Shanghái ha conquistado tres oros, una plata y un bronce, dotando a su equipo de un poderío que no tenía desde los Mundiales de Barcelona 2003.

Michael Phelps la vio dominar los 200 metros espalda mientras esperaba su turno en la cámara de salidas. Quince minutos después, el nadador de Baltimore conquistó su tercer título mundial consecutivo en los 100 mariposa (su sexta medalla en Shanghái: tres oros, dos platas y un bronce), pero no se emocionó tanto cuando habló de su victoria como cuando le preguntaron por su compañera de equipo. "Es increíble", dijo; "yo no recuerdo que a su edad hubiera estado tan relajado compitiendo en tantas pruebas. ¡Dios mío! Es como si nunca se cansara. Está pasándoselo en grande y eso es lo genial de ella".

Su marca en los 200 metros espalda, 2m 5,10s es la tercera de la historia en una prueba en la que las mujeres solo consiguieron bajar de 2m 6s con bañadores impermeables de poliuretano. Jack Bauerle, el viejo entrenador de la Universidad de Georgia, responsable del equipo femenino de Estados Unidos, se congratuló de contar con un talento con tanto potencial para los Juegos de Londres 2012: "Va como un misil".

Dice Phelps que Missy nunca se cansa. Missy se divierte porque tiene unas condiciones físicas que le permiten vivir así en la piscina. "Le doy gracias a Dios por haberme dotado de un cuerpo perfecto para nadar", dice, y hace referencia sobre todo al número de su calzado: el 45.

Como dijo la veterana Natalie Coughlin: "Es la persona más entusiasta del equipo. Vive en estado de excitación y eso es muy refrescante para todos los que llevamos tantos años compitiendo". Sentada junto a Coughlin, la primeriza intentó explicar sus sentimientos: "Nunca he sido tan feliz en mi vida. Los 200 espalda han sido mi última prueba individual y los he disfrutado como nunca he disfrutado una carrera. Son mis primeros Mundiales. Y ya nunca habrá unos primeros Mundiales para mí. Así que he decidido ser feliz".

Coughlin la miró condescendiente y luego se dirigió a la audiencia: "¿Entendéis ahora lo que quiero decir?".

Melissa Franklin, con su medalla de oro en los 200m espalda.
Melissa Franklin, con su medalla de oro en los 200m espalda.C. R. (GETTY)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_