A vueltas con la farmacocinética

Como el nuevo aplazamiento de la vista confirma aún más, en la audiencia ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) prevista para noviembre no se librará tanto una batalla en busca de una respuesta única a una pregunta -¿se dopó Alberto Contador con clembuterol durante el Tour de 2010?-, sino una lucha de argumentos e inteligencias entre las dos partes -el ciclista y la federación española, que cree en su inocencia, por un lado; la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), convencidos de su culpabilidad, por otro- para tratar de convencer a los tres árbitros de que la posibilidad más probable es la que defiende cada uno. La verdad, claro, es otra cosa.

Mientras el anterior aplazamiento de la vista, que iba a celebrarse a primeros de junio, lo solicitó la poblada defensa de Contador -varios bufetes de Londres y Madrid- y se interpretó desde la UCI y la AMA como una maniobra que permitiera al campeón de Pinto correr el Tour, el nuevo retraso -la vista había sido fijada para principios de agosto-, a petición de la AMA, se interpreta desde el campo del ciclista como una primera victoria: la de la solidez de sus argumentos, que han hecho sudar a los científicos de la parte contraria. El TAS ha abierto además una nueva ronda para que las partes envíen documentación, que debería servir, en todo caso, para que eliminen material decorativo y limiten la cantidad de papelería con la que amenazaban con ahogar a los árbitros.

Aunque admite su grandeza y su buena calidad de construcción, la AMA no cree en lo que llama "coartada del solomillo" y en su plausibilidad, argumentada por la defensa de Contador en un documento de más de 70 páginas. Y, como no quiere que quede ningún cabo suelto en su respuesta a los científicos de Contador, ha pedido más tiempo porque, en realidad, está a la espera de los datos resultantes de varios estudios que ha emprendido sobre la farmacocinética (lo que le pasa a un medicamento durante su paso por el organismo, entre su absorción y su eliminación, y el tiempo que lleva el proceso) de la excreción del clembuterol.

Si importante es el caso para el futuro de Contador, que podría verse privado de su credibilidad y del triunfo en el Tour de 2010 y sancionado con dos años de suspensión, para la AMA lo es aún más, pues está en juego la validez y la credibilidad de su defensa de la llamada responsabilidad objetiva y de que la mera presencia de una sustancia prohibida en la orina de un deportista ya es prueba de dopaje.