Pontevedra no tendrá Museo de la Historia por la crisis

El Gobierno local de Pontevedra se aprieta el cinturón ante la crisis. Pese a que los responsables del bipartito municipal que encabeza Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) aseguran insistentemente que el estado de las cuentas municipales es mejor que el del resto de ciudades gallegas y el de la Diputación, los recortes se suceden. A los 1,5 millones de euros en gasto corriente que el nuevo Gobierno planea ahorrar se añadió ayer definitivamente la renuncia a uno de los proyectos de mayor envergadura que se anunciaron la legislatura pasada: el Museo de la Historia.

El proyecto museístico surgió tras el descubrimiento de restos romanos y medievales enterrados bajo una de las calles próximas al río Lérez, junto al casco histórico, y fue una de las apuestas de la exteniente de alcalde, la socialista Teresa Casal. Los 4,5 millones de euros del presupuesto inicial se dispararon a casi 10, según los cálculos municipales. La cantidad es inabarcable en el contexto actual.

"Se trata de una obra de gran interés que no nos queda más remedio que aplazar. No renunciamos a ella, pero ahora no es posible hacerla porque requiere una inversión que puede llegar a 10 millones de euros", reconoció la semana pasada Antón Louro (PSOE), concejal de obras urbanas, que se reunirá con colectivos vecinales para evaluar qué otras obras previstas pueden retrasarse. El concejal de Facenda, Raimundo González, confirmó ayer que la junta de Gobierno ha renunciado oficialmente al proyecto, informa Europa Press.

Sin ayuda de la Xunta

El relativo buen estado de las arcas locales llevó al bipartito a anunciar que pediría un préstamo de 20 millones de euros para financiar actuaciones en los próximos cuatro años. A pesar de ello, los responsables municipales están tanteando a las demás Administraciones para que les ayuden con los gastos. Al encuentro celebrado la semana pasada entre Lores y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acudió el alcalde con un dossier repleto de actuaciones para las que se pedía el auxilio del Gobierno autónomo. Era el caso de la reforma urbana de la avenida de Loureiro Crespo -que une el centro con la carretera de Ourense- o la reforma del barrio de O Castañal. "La Xunta se niega a hacerlo", alegó ayer González. El Gobierno local insiste en que las obras se harán, aunque por partes y en plazos más largos.