"Lewis no puede pretender ser el mejor cada día"
En pocos días, la flema británica de Martin Whitmarsh (Gran Bretaña, 1958) ha dado paso a un carácter mucho más vehemente. Así se apreció hace un par de semanas, en Silverstone, cuando el responsable de McLaren consideró que Red Bull le estaba chuleando con el delirante asunto de los difusores soplados. Hasta ahora, la temporada había sido espinosa para él.
Pregunta. ¿Qué opina de la temporada de McLaren?
Respuesta. Un equipo experimenta altos y bajos a lo largo del año. Hemos logrado victorias importantes (China, Canadá y Alemania) y contamos con dos enormes pilotos. Ganar es nuestra razón de ser y no estamos contentos cuando no lo conseguimos. Red Bull está en un gran momento y lo mismo ocurre en el caso de Ferrari con Fernando.
"De la Rosa se siente piloto y siempre espera la ocasión para correr. Le admiro"
P. ¿Cuál ha sido el principal problema del MP4-26?
R. Incorporamos tarde el sistema de escapes soplados porque antes realizamos muchos estudios y le dedicamos mucho esfuerzo. También hay que tener presente que la normativa ha dado tumbos en las últimas semanas y eso nos ha complicado las cosas un poco más. Había que centrarse en encontrar más carga aerodinámica de forma convencional, sin recurrir a los escapes soplados. El proceso de desarrollo nunca es lineal, a veces progresas pero en otras incorporas una combinación que no funciona, y eso es lo que nos había pasado.
P. McLaren siempre se había caracterizado por evolucionar sus prototipos durante el curso. ¿Qué ha pasado hasta ahora?
R. El año pasado terminamos segundos en el Mundial de constructores. Eso significa que no lo hicimos tan mal. Y este año, en los primeros grandes premios dimos un paso adelante muy significativo en relación con donde estábamos en el último test de pretemporada. Pero está claro que nos hubiera gustado que el proceso de evolución hubiera sido más progresivo.
P. Comenzó el Mundial y ustedes estaban más cerca de los Red Bull que Ferrari, pero ahora el escenario ha dado un vuelco en ese sentido. ¿Qué ha cambiado?
R. Ferrari introdujo un nuevo paquete aerodinámico hace dos semanas y eso les dio una ventaja evidente. Aquí lo hemos hecho nosotros.
P. ¿Qué conclusión extrae del embrollo de la limitación de los difusores soplados que, finalmente, solo se puso en práctica en Gran Bretaña?
R. Creo que la F-1 podría haber manejado mucho mejor todo este asunto. No creo que nadie pueda estar orgulloso de cómo se ha llevado este tema porque no ha hecho más que confundir al público.
P. A usted se le vio especialmente cabreado con Christian Horner
[su homólogo en Red Bull] el viernes, durante la comparecencia de jefes de equipo.
R. Es que una persona que estaba viendo los entrenamientos por la televisión nos llamó y nos dijo que, por el sonido, alguien había interpretado esa limitación de otra forma. Entonces se lo dije a Ferrari y ellos tampoco lo sabían. Llevo 20 años en la F-1, pero que se permitan este tipo de cosas me molestan mucho.
P. ¿Qué dificultades encuentra a la hora de manejar a Hamilton si lo compara con Button?
R. Jenson y Lewis son muy distintos. Con Lewis tengo conversaciones fantásticas a todos los niveles. Le conozco desde que tenía 11 años y tenemos una relación muy especial. A Jenson le conozco menos, es de trato fácil, pero hay que tener en cuenta que es cinco años mayor y que tiene mucha más experiencia que él en la F-1. Ha pasado por momentos complicados a lo largo de su trayectoria, sobre todo en los equipos en que estuvo anteriormente. Lewis es muy pasional y eso nunca ha afectado a nuestra relación. Siempre quiere ganar y esa pasión que destila salta a la vista. No pretendo cambiarle porque él es así.
P. ¿No le duele escuchar de su boca una y otra vez que escuchará ofertas de otros equipos?
R. Si uno mira atrás, no creo que encuentre una sola declaración de Lewis en la que afirme que no está feliz aquí. En una entrevista de dos horas puede pasarse la mayor parte del tiempo contando las maravillas de McLaren, pero si en una de sus respuestas puede llegar a insinuar algún tipo de frustración, eso irá al titular seguro. Si te propones ser el mejor, seguramente tendrás algún desengaño a lo largo de tu vida porque uno no puede ser el mejor cada día. No lo puede pretender Hamilton ni tampoco este equipo, nadie en definitiva. La gente espera que ganemos porque somos McLaren, pero hay que ser consciente de que detrás de nosotros está Mercedes Benz, está Renault y muchos otros. Lo que pasa es que a veces hacemos las cosas bien y a veces, menos bien.
P. ¿Siente que su posición en el equipo ha estado en peligro?
R. Después de Silverstone fui muy directo y dije que las cosas no estaban yendo bien y algunos interpretaron eso como si mi puesto estuviera en peligro. Pero llevo 23 años en este equipo y no creo que eso sea así. La gente venía a preguntarme qué iba a hacer y yo les respondía que no iba a cambiar nada. No creo nadie que sea mínimamente inteligente, ni en McLaren ni en el paddock, creyera realmente que mi cargo peligraba. Si eres el jefe de uno de los equipos más potentes tienes mucha presión encima. La presión que me genero yo mismo es mucho más potente que la basura que sale de la prensa.
P. ¿Qué le espera a Pedro De la Rosa en esta estructura?
R. Pedro es un gran amigo mío, una persona excelente y un embajador fantástico, además del mejor piloto del mundo a la hora de desarrollar un coche. Dentro de este equipo es una inspiración para los jóvenes, por su inteligencia, por su experiencia, por su equilibrio y por su madurez. Ya está en el muro los viernes y los sábados, pero los domingos es comentarista televisivo. Espero que pronto tenga un papel más permanente en McLaren, pero él aún se siente corredor y espera que uno de nuestros pilotos le diga que no se siente suficientemente bien para correr. Le admiro.
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