Destellos de genio
Con la incontinencia creativa de Andrés Calamaro pasa un poco lo mismo que con la de Woody Allen, aunque la de este último sea más metódica. Pese a rayar lejos de sus obras maestras, cualquier nueva entrega del cineasta neoyorquino aporta más reflexiones (sobre la muerte, la culpa, al amor o la fidelidad a los propios ideales) que el promedio de estrenos semanales. Cualquier filmación rutinaria que venga de sus manos tiene más mordiente que el grueso de blockbusters que nos meten con calzador.
Pues tres cuartos de lo mismo ocurre en un concierto del argentino: se puede tirar hora y media recurriendo a citas a su obra pretérita (porque no otra cosa es Salmonalipsis Now y esta consiguiente gira) y dejar tantos destellos de genio y clase guiñando el ojo a estilos añejos que no hace falta ser un lince para ratificar que, junto con la de Iggy & The Stooges, era la suya la cita realmente obligada de la actual Feria de Julio. Superados ciertos desajustes de sonido, y consciente de que On The Rock, su última producción novedosa, no terminó de cuajar entre sus fieles (apenas dejó caer la estupenda Los Divinos), el bonaerense escarbó especialmente en los temas de su quijotesco quíntuple álbum y en los de Honestidad Brutal, dos monumentos al exceso que esconden suficientes gemas como para solventar cualquier papeleta.
ANDRÉS CALAMARO
Andrés Calamaro: voz, teclado y guitarra; Julián Kanevsky: guitarra; Candy Caramelo; bajo; José "Niño" Bruno: batería; Diego García: guitarra; Alfonso Pérez: teclados.
Rock'n'roll clásico (Corta pero ancha), destilaciones de crooner (Ansia en la plaza de Francia), perezosos ritmos de cumbia (Tuyo siempre) y esos estribillos de barra brava marca de la casa (Los chicos) fueron servidos sin respiro por su eficiente banda, cuyos puntales básicos eran los mismos que en su última visita a Valencia hace casi tres años (mención especial para la guitarra de Diego García), por mucho que hayan querido bautizarse como quinteto MVP. Un público entusiasta, que fue exhortado por el argentino a "aprender a votar", aún coreaba con saña la melodía de Flaca mientras los técnicos retiraban el instrumental.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Lo más visto
- El actor y director Rob Reiner y su esposa Michele, hallados acuchillados en su mansión de Los Ángeles
- El juez cree que la red de Leire Díez y el exdirector de la SEPI contó con “diversos cargos públicos” para el cobro de comisiones entre 2021 y 2023
- Un trabajador de Acciona asegura que fue el exdirector de Construcción quien le sugirió colaborar con Servinabar, la empresa a la que la UCO vincula con Cerdán
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Eurovisión 2026 cierra la lista de sus países participantes, la cifra más baja desde 2004




























































