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López acota la agenda de una nueva etapa

Plantea los cambios tributarios que quiere introducir y emplaza a los diputados generales a una lucha conjunta contra el fraude con 'ordenadores de cristal'

El lehendakari, Patxi López, colocó ayer a su Gobierno en el lugar central de la escena política vasca y dejó establecidos, con un documento de 21 páginas que entregó a los tres diputados generales, los parámetros del debate político e institucional para el próximo curso y, en parte, para el resto de su mandato. Su discurso en el debate de política general de septiembre completará las pautas.

Entre las medidas que más repercusión tendrían si se pusieran en práctica, aparte de las tributarias, está la interconexión informática en tiempo real de las tres haciendas forales, cuya inexistencia facilita el fraude fiscal. Es lo que se va dando en llamar política de ordenadores de cristal, también con los organismos que gestionan las prestaciones sociales y con la inspección de trabajo y Lanbide.

El 'lehendakari' plantea recuperar el impuesto de Patrimonio
Garitano habla de "cierta sintonía" en materia fiscal y el PP de "distancia"
Plantea subir al 46% el tipo para bases de más de 90.000 euros
La compraventa de vivienda pagaría según metros y renta
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Ese ejercicio de iniciativa política por parte de López es lo más relevante de los encuentros de ayer, con el añadido de la peculiaridad de la conversación con Martin Garitano, en cuya parte final introdujo López el emplazamiento sobre el terrorismo, que el diputado general de Gipuzkoa rebatió al asegurar que no había existido. Por lo demás, las reuniones fueron una primera toma de contacto con los dos nuevos responsables forales y de tanteo sobre la nueva actitud que, ahora en soledad, pueda adoptar el de Bizkaia. José Luis Bilbao se declaró de primeras "decepcionado", pero al mismo tiempo dijo ver posibilidades de acuerdos en torno a algunas de las propuestas del lehendakari. De hecho, le entregó su discurso de investidura.

El lehendakari calificó de "complejo" el panorama de reparto de poder entre cuatro partidos que ha dejado el 22-M, pero reiteró que lo considera "una oportunidad" para "proponer objetivos colectivos y compartidos que conciten el máximo consenso ciudadano posible". Dijo que se siente ante la responsabilidad "de dar cohesión y vertebrar el conjunto del país"y de marcar sus "prioridades políticas y actuaciones". "Asumimos esa responsabilidad de ser garantía del sentido de país", dijo. "Mi Gobierno está listo para liderar los desafíos de la crisis y la situación política y espero la ayuda de las diputaciones", añadió.

El lehendakari aseguró haber encontrado a los tres responsables forales en "una disposición positiva", fundamental para " anteponer el entendimiento a la inercia de la discrepancia", apeló. A los tres los vio dispuestos "a hablar de todo". En las valoraciones se vieron ya las diferencias esperables: mientras Garitano, muy parco en la suya, habló de "cierta sintonía" en materia tributaria, De Andrés encontró ahí las "distancias" y explicitó ya sus límites en ese terreno: que los cambios sirvan para genera empleo y que no provoquen deslocalizaciones de empresas o domicilios fiscales. de trabajo. "El PSE y el lehendakari son partidarios de subir impuestos y nosotros pensamos que hay que garantizar la estabilidad de empresas y particulares". En la lucha contra el fraude De Andrés llevó propuestas propias, en parte coincidentes con las de López.

Aunque el lehendakari no estableció un calendario ni dio plazos, sí dijo que algunas de las propuestas, en particular las que atañen a la fiscalidad, tendrán que estar solventadas a tiempo para ponerse en práctica en el ejercicio de 2012. Una evolución más larga tendrán las otras tres: el plan de empleo, el catálogo y mapa de servicios sociales y la supresión de las duplicidades de administraciones.

La redefinición de la fiscalidad es la parte más extensa del documento, un tercio del total, y con mayor concreción. Entre los cambios que propone están el restablecimiento del impuesto sobre el patrimonio con un mínimo exento de 300.000 euros, excluyendo la vivienda habitual, y la tributación de sucesiones y donaciones con idéntico mínimo exento y con un tipo del 0.8%;Contempla, asimismo, que paguen las ganancias fiscales acumuladas desde un fallecimiento hasta el ejercicio del poder testatorio y subir el tipo general en las transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados , así como la armonización de ambos en la compraventa de vivienda, con un tipo reducido en función de renta y de metros cuadrados.

Los cambios en el IRPF que plantea serían: limitar la deducción por vivienda, en las nuevas adquisiciones, a las bases imponibles inferiores a 24.000 euros; armonizar el tratamiento de la deducción de 400; limitar a 10.000 euros las aportaciones deducibles a EPSV y planes de pensiones, 6.000 las de empleo y solo 4.000 las individuales; deducción por edad solo aplicable a quienes no superen la pensión máxima de la Seguridad Social; un mismo tipo impositivo del 23% a la base del ahorro, al tipo marginal mínimo del IRPF, a los rendimientos empresariales individuales y a las PYMES; aumento del marginal al 46% para bases liquidables de más de 90.000 euros y al 47% a las que sobrepasen los 120.000.

De cara al impuesto de sociedades, la propuesta señala que las modificaciones "no deberán obstaculizar el crecimiento económico" -el diputado general de Álava, Javier de Andrés rechazó de entrada cualquier medida que pueda provocar "deslocalizaciones" de cualquier clase-, pero es menos concreta. Propone revisar la eficacia de deducciones por inversión en activos fijos nuevos o controlar más las vinculadas a I+D+, medio ambiente, aprovechamiento energético o creación de empleo, de modo que el que se premie con ellas sea "de calidad". Sin concreción queda también el "tratamiento especial" que se propone para aportaciones a proyectos de emprendedores. López propone suprimir el sistema de módulos para los autónomos y revisar el tratamiento de las retribuciones en especie o los bonus de los altos ejecutivos.

Contra el fraude, supuestamente uno de los puntos de más fácil consenso, López quiere un plan conjunto con aumento de las inspecciones y la coordinación, y otro de prevención y detección de bolsas de fraude con alarmas estadísticas e informáticas y campañas en su contra.

El <b><i>lehendakari,</b></i> Patxi López, a la derecha, junto a Martin Garitano, ayer en Vitoria.
El lehendakari, Patxi López, a la derecha, junto a Martin Garitano, ayer en Vitoria.PRADIP J. PHANSE

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