Urkullu apoya la denuncia de Agirre

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, rompió ayer una lanza a favor del ya exdiputado alavés, el jeltzale Xabier Agirre, y los tres minutos de su intervención en la sesión de investidura de la Diputación de esta provincia con los que destapó la caja de los truenos de EB. Urkullu aseguró que al revelar que EB había tratado de negociar su apoyo al PNV exigiendo, entre otras peticiones, colocar a 39 personas de este partido en diferentes instituciones, Agirre obró "perfectamente" y lo hizo con el conocimiento tanto del presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrena, como el del propio Urkullu. Desvelar estas exigencias será "bueno a medio plazo", apuntó, aunque la primera reacción sea muy crítica con la clase política, que ha alcanzado sus niveles de descrédito más elevados con las protestas del movimiento 15M. En declaraciones recogidas por Efe, Urkullu reiteró ante las voces críticas que "es bueno que se sepa que el PNV no participa en negociaciones en las que se tratan estas cuestiones y yo respondo con la credibilidad que tenga; no hemos participado nunca en negociaciones con este tipo de planteamientos".

El líder jeltzale negó las críticas que se han lanzado sobre el PNV y que apuntan a que los jeltzales esperaron hasta la investidura para desvelar los entresijos de la negociación. Urkullu recordó que fue él quien dudó públicamente de que las exigencias de EB fueran meramente programáticas. "Al no ser estridente y no llamar la atención por cómo digo las cosas se publicó pero no tuvo eco", lamentó.

Por otro lado, justificó que el PNV desvelara los entresijos en plena investidura recordando que EB "paralizó las negociaciones y vino con el planteamiento que pesaba", el de la exigencia de los cargos públicos, "72 horas" antes de este acto institucional. "No teníamos ya mucho margen" de maniobra, aseguró.