Para que digan que fuma
A los 47 años, Jiménez demuestra que el golf no tiene edad y es tercero a un golpe de Björn y del sorprendente Lewis, aficionado de 20
"¡Para que luego digan que fumo o que bebo!". Miguel Ángel Jiménez, que tiene 47 años, no esconde, sino presume de ello, que le gustan el vino y los puros. De hecho, tal es su fama de amante de los placeres de la vida que la conferencia de prensa después de acabar cuatro bajo par la primera jornada del Open Británico se convierte en la recomendación de un experto. Algunos periodistas extranjeros le piden consejo y él confiesa: "Mi favorito es un Rioja. También un Ribera del Duero, un Jumilla... ¿Puros? Cohíbas".
Para que luego digan quienes no le conocen que Miguel Ángel Jiménez fuma y bebe, para quienes se quedan con su imagen de vividor con coleta, El Pisha tiene argumentos. Para prepararse para la ronda de ayer, que comenzó a las 8.09, el malagueño se levantó a las 5.10, se puso las zapatillas mientras sus hijos dormían y, silencioso, salió a correr "para estirar los músculos".
"Los jóvenes tienen talento, pero los años cuentan", dice El Pisha tras cuatro 'birdies'
El estadounidense Lewis es el primer no profesional colíder del Open desde 1968
Jiménez tira por tierra el estereotipo. Cuando un grupo de chavales de un colegio visitó hace un tiempo la redacción deportiva de una cadena de radio, un locutor les dijo: "A ver si hacéis deporte, chicos, y no como el Jiménez ese, todo el rato con el puro". No sabía el periodista dos cosas: primera, que uno de los hijos del Pisha estaba presente, y dos, que el andaluz engaña. Si no cuidara su cuerpo, no estaría entre los mejores, tercer clasificado en el Open Británico con 66 golpes, empatado con los estadounidenses Lucas Glover y Webb Simpson, y a uno del danés Thomas Björn (otro fumador, y que entró al Open como sustituto) y del sorprendente aficionado inglés Tom Lewis, que hizo ¡cuatro birdies! en los cinco últimos hoyos. El chaval es el primer no profesional co-líder del Open desde 1968 y el que tiene la vuelta más baja de la historia, 65 impactos, por delante de jugadores como Woods. El partido del chico de casa fue un salto en el tiempo. Lewis, de 20 años, compartía ronda con otro Tom, Watson, de 61, el mismo que rozó la gesta hace dos temporadas en Turnberry. Watson en la sesentena, Jiménez y Björn cuarentones, Lewis con 20 añitos y esa cara de niño... El golf no tiene edad. Curioso: Jiménez es exactamente (ambos nacieron un 5 de enero) 27 años mayor que Lewis.
"Los jóvenes tienen mucho talento, sí, pero los años cuentan", dice Jiménez, autor de una tarjeta inmaculada: cuatro birdies y ningún bogey. Con "paciencia" acabó el día con un golpazo en el hoyo 18 entre los vítores de la grada y resistió una mañana típica del Open: viento, lluvia y frío. Esto es el Open, tradición y sufrimiento, todos con manga larga, los caddies con paraguas y el público mojándose en Sandwich (la ciudad del emparedado, a un paso de Canterbury y su catedral). Es el loco tiempo inglés, con un abril y mayo con pinta de julio y un julio lluvioso. Bueno, lluvioso por la mañana, no por la tarde.
Las dos estaciones las vivió Pablo Larrazábal, uno de otra generación (28 años) que El Pisha, pero igual de fino. Como su colega, acabó sin ningún bogey -ellos dos y el estadounidense Webb Simpson fueron los únicos que se libraron-, y dos bajo par. Se nota que el barcelonés ha templado los nervios con la ayuda de un psicólogo. A ese descaro que le hace llegar ante los periodistas gritando "¡Qué pasa, peñaa!" se ha unido una relajación, incluso en los momentos de tensión (la bola al búnker en el 16), que no tenía. Ya no es ese torbellino que en su primer British, en 2008, jugó con un zapato izquierdo dos números mayor tras golpearse el dedo gordo en la ducha.
Tres años mayor que Larrazábal, Sergio García también busca la paz. Y algo dice que la ha encontrado. Lo que le pasó ayer, con dos bogeys en los tres últimos hoyos, para acabar en el par, hubiera despertado a Mr. Hyde en otro momento. Pero no. El Niño puso buena cara: "Estoy bien de ánimo. Luchando".
Esto es el Open. Quién sabe cómo soplará el viento, o si lloverá. Quizá es Seve, desde el cielo, jugando con las nubes.
Clasificación tras la primera jornada: 1. T. Björn (Din.) y T. Lewis (Ing.), 65 golpes, cinco bajo par. 3. M. Á. Jiménez, L. Glover (EE UU) y W. Simpson (EE UU), 66. 6. P. Larrazábal, 68. 36. S. García, 70. 51. R. McIlroy (Irl. del N.), 71. 91. A. Cañizares, 73. 126. Á. Quirós, 75.
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