La reforma pesquera de la UE apoya a la flota artesanal

Habrá apoyo y un reconocimiento expreso a las pesquerías artesanales. Andalucía ha visto atendida una de sus principales demandas a la reforma de la Política Pesquera Común que la comisaria de Pesca, María Damanaki, presentó ayer a los eurodiputados. El documento recoge que la flota artesanal representa el 77% de la flota de la Unión Europea en número de buques, aunque solo un 8% en tamaño de los barcos. "Desempeñan un importante papel en el tejido social y la identidad cultural y debe ofrecérseles un respaldo específico". Los pescadores andaluces, con todo, no ocultan su preocupación porque la reforma incluye un plan drástico de reducción de flota.

En Andalucía, según datos de la Junta, 1.650 de los 2.700 barcos censados son artesanales, de ahí la especial preocupación por esta flota. Uno de los puntos más polémicos es que se favorecía la compra de cuotas en los mercados, lo que favorecía a las grandes industrias, con mayor poder económico para hacerse con los derechos de determinadas especies. Según reza uno de los documentos entregados ayer por Damanaki, la reforma, que amplía hasta 2022 el derecho de los estados miembros a restringir la pesca en su línea de costa, permite que las pesquerías artesanales queden exentas de estas medidas. También contempla instrumentos financieros para ayudar a la pesca artesanal y las economías locales a adaptarse a los cambios.

Se reducirán las capturas y se elimina la práctica del descarte

Esta reforma, con todo, incluye medidas que pueden perjudicar los intereses andaluces, como, la reducción de flotas y el recorte de capturas. "Los buques de pesca capturan hoy más pescado del que puede reproducirse. Tres de cada cuatro poblaciones están sobreexplotadas: el 82% de las mediterráneas y el 63% de las atlánticas. El sector pesquero se enfrenta a un futuro incierto si no se toman medidas", advierte el texto. "Aquí ya no se puede recortar más", alertaba ayer la secretaria de la cofradía de pescadores de Barbate, Inés Foncubierta. "No podemos ser siempre los perjudicados. Hemos cumplido siempre los mínimos y no pueden aumentar más las exigencias".

Los armadores tampoco son muy optimistas, aunque confían en que los cambios eliminen divergencias entre países. "Hay un problema de reparto de cuotas. Cuando hemos recibido 10 toneladas para 100 barcos, en otros caladeros se han dado 100 toneladas para 10 barcos. Eso hay que revisarlo", lamentó el presidente de los armadores, Pedro Maza. Una de las medidas novedosas de la reforma es la eliminación de los descartes, una práctica que consiste en devolver al mar los peces que no interesan, lo que representa el 23% del total de capturas.