Sexo grupal en el salón
Una tienda en el barrio de Salamanca enriquece su oferta erótica con talleres, abiertos a hombres y mujeres de todas las edades, para mejorar la vida sexual
Parece que la crisis no afecta al sexo. Mientras Europa mira al abismo económico, en Madrid se imparten talleres para alcanzar el limbo sexual. Toda una terapia para los tiempos que corren (parece ser).
A la proliferación de sex shops por las calles de la capital (hay al menos 40 en el centro), se suma ahora un componente más sofisticado que tiene que ver con la mejora de la vida sexual. La tienda erótica Lily Blossom Erotic Luxury, en pleno barrio de Salamanca (Claudio Coello, 76), es pionera en España en esta oferta y da un paso más en el mercado erótico, dejando atrás a las ya clásicas tiendas de "juguetes" de Chueca.
Talleres de fantasías, talleres de "Ya no me apetece", talleres (para hombres) de "Qué quieren las mujeres"... Atrás quedaron los programas de televisión, ahora basta con llamar por teléfono y pedirlo y allí, en una especie de salón al más puro estilo de María Antonieta, aparecen las sexólogas Montse Ibáñez y Almudena Martínez dispuestas a romper tabúes y a mejorar la capacidad de disfrute de ellos y ellas.
"La sociedad actual abraza un mundo dominado por la pasión y el placer"
"La sociedad actual se está transformando y abrazando un mundo fascinante dominado por la pasión, el deseo y el placer, en el cual no hay cabida para los prejuicios", dice la portavoz de Lily Blossom, Blanca Zurita.
Un par de horas en el taller (60 euros por persona) son suficientes para hablar del músculo pubocoxiegeo y sus orgásmicas cualidades. "Un orgasmo no es más que la descontracción del pubocoxigeo", sentencia Ibáñez. Y, a partir de ahí, las conversaciones derivan y se detienen en todo tipo de asuntos. "Es que yo no tengo orgasmos porque me parece una ordinariez", opina una. "Yo no lo hago por detrás porque mi culo parece más gordo", dice otra. "He probado el sexo anal y he flipado", cuenta un hombre heterosexual. "Yo no dejo que mi mujer practique el sexo oral conmigo porque con esa misma boca besa a mis hijos después", espeta otro... Hasta el momento, los asistentes a estos talleres, que pueden plantearse como temáticos y al gusto del cliente, tienen edades comprendidas entre los 23 y los 48 años, "pero están abiertos a todo el mundo".
El sexo se convierte así en un termómetro perfecto de los tabúes y prejuicios que perviven en la sociedad y, por lo que cuentan las sexólogas, son muchos más de los que cupiera esperar.
Algunas nociones básicas para empezar: "El orgasmo está sobrevalorado" (no sirve de nada obsesionarse con llegar a él, es mejor centrarse en las sensaciones, en el disfrute y el placer); "¿A la vez? ¿Por qué?" (culminar el acto sexual al mismo tiempo no tiene por qué ser mejor); "El autocontrol es el máximo enemigo de las mujeres" (es básico ser capaz de dejarse llevar); "Las fantasías deben ser potentes, secretas y tuyas" (no es necesario compartirlas con la pareja y, lo más sorprendente, en un ranking de 10, según estas sexólogas, las de las mujeres y las de los hombres coinciden aunque en distinto orden); "Tu cuerpo es un parque de atracciones" (aunque eso no significa que debas subirte en todas, haz lo que te apetezca cuando te apetezca); "La vagina tiene 9.000 terminaciones nerviosas (el triple que un pene), concentradas en su mayor parte en los primeros cuatro centímetros de profundidad" (lo que derrumba muchos mitos relativos al tamaño). Los consejos y los análisis siguen con las interrupciones que sean necesarias, en función de las dudas o curiosidades de los participantes en el taller. Pero, al final, una premisa queda clara para todos: "Con entrenamiento todo el mundo mejora".
En Lily Blossom, donde uno puede encontrar toda clase de juguetes y lencerías eróticas, libros, vídeos u objetos para regalo, los talleres se han convertido en el complemento perfecto para optimizar todo cuanto se encuentra en sus estanterías y percheros.
'Top' juguetería
Form 2. Es el estimulador clitórico con dos puntas de más éxito. 163 euros.
Lubricantes. Los de la marca Yes, basados en agua, ya han superado en ventas a los de aceites. Por 11,50 euros.
Velas. Las hay templadas para derretir sobre el cuerpo y dar masajes. 30 euros.
Mastubadores masculinos. Se venden como churros tanto en el formato de usar y tirar como los huevos Tenga de látex. Media docena, 60 euros.
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