Ni tuyo ni mío: los buses turísticos son del banco

Ni de la anterior concesionaria del autobús turístico de Madrid (Madrid Visión, una UTE formada por Julià y Trapsa) ni del Ayuntamiento. Los vehículos son del banco. Al menos cuatro de ellos, que son los que dos entidades bancarias están reclamando al Consistorio.

Caja Cantabria escribió en febrero pasado al Ayuntamiento, poco después de la polvareda que levantó Madrid Visión cuando se negó a devolver los 28 autobuses del servicio al Consistorio cuando acabó la concesión. El tira y afloja entre concesionaria y Ayuntamiento dejó a la capital sin servicio de bus turístico durante casi un mes. La caja asegura en el escrito que "ha tenido conocimiento a través de las noticias aparecidas en prensa" de que los autobuses pasaron finalmente a manos del Ayuntamiento y le recuerda que tres de ellos "son propiedad de Bancantabria Inversiones". Algo parecido le dice Cajamar al Consistorio sobre un cuarto autobús: "Que tal vehículo es propiedad de Cajamar Caja Rural...". Madrid Visión no compró los autobuses, sino que los alquiló en régimen de leasing (arrendamiento financiero) a las dos entidades. "La titularidad de cuatro vehículos está discutida", reconocen fuentes municipales.

El Consistorio no pudo ponerlos a su nombre en la Jefatura de Tráfico

La controversia sobre la propiedad de los autobuses le ha generado algún dolor de cabeza al Ayuntamiento. Como cuando se presentó en Tráfico para poner los papeles a su nombre. No pudo hacer el cambio de titularidad porque, a todos los efectos, los autobuses no eran suyos. El problema aún no está resuelto, ya que el proceso de reversión después de que la concesión acabara sigue abierto. Madrid Visión sigue pagando las cuotas del leasing pese a que ya no presta el servicio y los autobuses están en las cocheras municipales. La solución ahora pasa porque la UTE cancele los contratos (pagando las cuotas). "La UTE sabía perfectamente que en 10 años acababa la concesión y todo revertía al Ayuntamiento, así que no se entiende cómo firmaron un contrato de arrendamiento financiero que dura más que la concesión", señalan desde el Consistorio. Julià ha vuelto a ganar el concurso para gestionar el bus turístico de la capital. El Ayuntamiento calcula que en agosto podrá hacerse cargo del servicio, que ahora presta la Empresa Municipal de Transporte de manera provisional. El inicio de la prestación se vio retrasado porque el Tribunal Administrativo de Contratación Pública paralizó la adjudicación mientras estudiaba el recurso presentado por una de las empresas perdedoras del concurso, que acusaba a Julià de ofrecer un canon excesivamente alto.

El grupo municipal de Izquierda Unida cree que este caso viene a confirmar las irregularidades que, a su juicio, han protagonizado los 10 años de concesión del autobús turístico. "Esto pone de manifiesto que el Ayuntamiento no ha controlado jamás ese proceso", asegura el concejal Ángel Lara. "La empresa concesionaria ha estado incumpliendo las condiciones y el Ayuntamiento no lo ha estado controlando", añade. Su grupo ha pedido una comisión de investigación y ahora se plantea llevar el caso al Tribunal de Cuentas, para que "fiscalice y determine si ha habido irregularidades".