BBK y Vital se fusionarán aunque la asamblea de Kutxa rechace sumarse

Esta vez sí que habrá fusión. La duda es si será a dos o a tres, pero el acuerdo suscrito ayer por los consejos de administración de BBK, Vital y Kutxa libera a cada una para seguir adelante con la generación de un banco que gestione sus activos, aunque una de ellas se quede atrás.

Una vez logrado el apoyo del PP a la operación, -entre el PSE, el PP y PNV, con CC OO disponen de mayoría en las asambleas de BBK y Vital-, el principal obstáculo ahora a la fusión a tres es la fragmentación de la asamblea guipuzcoana.

El contrato de integración suscrito ayer por la tarde en cada caja y que los tres presidentes firmaron después ante notario en Bilbao, tiene una cláusula vinculante. El proceso no se paralizará en el supuesto del eventual descuelgue de una de las tres entidades. A día de hoy, la principal incertidumbre que recae en el proceso, es la de saber si Kutxa logrará vencer las resistencias asamblearias para entrar en el nuevo banco.

La BBK recupera el 60% en el consejo de administración del nuevo banco

En cualquier caso la fusión de algunas cajas vascas, aunque sea templada, está más cerca que nunca desde que en 2005 los anteriores presidentes de las tres entidades lo propusieran por primera vez.

Esta vez está claro que los únicos accionistas del nuevo Banco, -los presidentes manejan el nombre de Kutxa Bank- serán las tres cajas de ahorros de la comunidad autónoma, que participarán en las siguientes proporciones: Kutxa con el 32%, BBK con el 57% y Vital con el 11%. Un acuerdo que va más allá de lo estrictamente contable para adentrarse en el terreno de lo político. BBK ha cedido para que Kutxa y Vital se sienten cómodamente sobrerepresentadas en la Junta General de Accionistas del nuevo Banco.

Otra cosa es el consejo de administración. Aquí, donde se deciden los asuntos estratégicos, el porcentaje es otro. De los 20 miembros del consejo, 12 son para la BBK, con lo que recupera el 60% del peso -tres puntos más del acuerdo político- la Kutxa tendrá seis consejeros, con lo que se queda en un 30%, -dos puntos menos- y la Vital con dos consejeros se queda en un 10%, un punto por debajo.

Las decisiones estratégicas de la nueva entidad podrán ser vetadas por la BBK, ya que, según el acuerdo suscrito, todas ellas requerirán de la conformidad de al menos dos de las Cajas, siendo en todo caso una de ellas la que mayor participación tiene, es decir la BBK.

Consecuentemente con su mayor peso la sede del nuevo Banco estará en Bilbao, que acogerá también la actividad económico-financiera, mientras que la actividad de medios y recursos tendrá su sede en Donostia y en Vitoria se ubicará la sede desde la que operen las relaciones institucionales y el cumplimiento normativo.

Cada una de las cajas preserva en el nuevo grupo su personalidad jurídica y su condición de caja de ahorros, así como su identidad territorial, pero se comprometen a aportar al banco, en enero de 2012, sus respectivos activos y pasivos para el ejercicio de su actividad financiera. Se excluyen, sin embargo, todos los activos y pasivos ligados a la Obra Social de cada una de las cajas. El contrato de integración reconoce la capacidad de gestión de cada una de ellas en el desarrollo de su obra social, a la que irá destinado el 30% de los beneficios del banco.

Según las propias entidades, que celebraron ayer la consecución de un acuerdo más trabajado de lo inicialmente previsto, sobre todo debido a la oposición del PP en el último momento, la operación posicionará al nuevo banco vasco como la cuarta caja y como la octava entidad financiera del Estado por volumen de activos -75.091 millones de euros, con datos a 31 de diciembre de 2010-.

La entidad dispondrá del segundo mejor ratio del famoso core capital, es decir de capital principal frente a activos dudosos, concretamente un 12,8%. Se trata de un índice de solvencia que supera ampliamente las exigencias marcadas por el Gobierno y por el Banco de España, y permitirá a la entidad combinada ser protagonista principal en el proceso de reestructuración del sector.

Las tres cajas creen que el nuevo grupo financiero podrá casi triplicar sus resultados en sólo cinco años -380 millones de euros, en 2010- hasta lograr 846 millones de euros de beneficios en 2015, y en consecuencia incrementar la dotación conjunta de las respectivas Obras Sociales desde los 105 millones del pasado ejercicio, a los 245 millones un quinquenio después, manteniendo el compromiso de destinar a ese capítulo el 30% de los beneficios.

A la vista de esas previsiones, las dos entidades más beneficiadas son la Kutxa y la Vital, que en tan sólo cinco años estarían en disposición de tener los mejores resultados de su historia.