"Soy un tenista raro"
López se siente ante "una oportunidad increíble" y Berasategui le pide ser "valiente"
Feliciano López (Toledo, 1981) busca hoy, contra el británico Andy Murray, llegar por primera vez a las semifinales de Wimbledon. Antes conversa con Alberto Berasategui (Bilbao, 1973), su entrenador, que fue un gran tenista en tierra batida y que tan solo jugó una vez en el templo de la hierba.
Alberto Berasategui. Wimbledon nunca fue un torneo de mi calendario. No tenía muchas posibilidades. Eran escasas, nulas. Para ti, es el rey. El más importante. Por tus condiciones y por cómo te adaptas. Aquí eres uno de los top. Llegas muy bien de cabeza. Lo estás demostrando
Feliciano López. Tienes razón. El otro día leí en EL PAÍS un artículo de Carlos Moyà. Decía que los españoles de tu época no encaraban Wimbledon con la misma mentalidad que mi generación. Es verdad. En tu época, esto era boom-boom y... se acababa. Era muchísimo más rápido. Los españoles, entonces, no tenían voluntad [para afrontarlo], pero tampoco lo necesitaban para mantenerse arriba. Yo me enamoré de él porque esta pista central, sin desmerecer a las otras... No es lo mismo. Lo siento mucho.
Feliciano López: "Me gusta lo clásico. Aquí, ¿quién sube
A. B. Yo, el primer año que vine, estaba bien en el ranking. Entre los 15 mejores. Me tocó Boris Becker en la primera ronda. Tiré de lesión [no jugó]. Luego, cuando estaba acabando mi carrera, volví para jugar al menos una vez y ver cómo era. Ahora pienso que me habría gustado jugar en la pista central, con Becker... ¡Pero a ver cómo habría manejado ese resultado! Habría salido con el rabo entre las piernas. Ahora me he dado cuenta de que este torneo tiene algo especial, algo diferente, como veremos ante Murray.
F. L. Es un partido difícil, bonito. Una oportunidad increíble para jugar de modo valiente y agresivo. Es que ocasiones como estas no se van a presentar muchas más veces. Llego bien. Espero un partido difícil porque él es complicado, devuelve muy bien los saques... Pero también él va a estar incómodo. Si estoy concentrado, tendré mis oportunidades.
A. B. Esa es la mentalidad. Ser valiente. Lo que tú dices. Eres ya un jugador veterano, llevas muchos años en el circuito y estas oportunidades... ¡Quién sabe! Hay que afrontar esto como la última final. Sé que estás concienciado, que vas a dar lo mejor de ti. ¡Que Murray juegue incómodo! Tenemos que aprovechar los pequeños baches que tiene.
F. L. Sí. Cuando te haces mayor, valoras más las cosas. Ahora disfruto más. No soy tan negativo. Me digo: "¡Qué suerte tengo de estar aquí!". No tengo ningún motivo para enfadarme conmigo mismo cuando las cosas no me salen bien. A veces, sí, lo hago porque no tengo paciencia cuando no me salen. En los días que no me siento bien me cuesta sacar los partidos adelante. Por mi tipo de juego y mi mentalidad, es así. Ahora estoy en un momento diferente.
A. B. En esos momentos negativos, sé que, interiormente, sabes que tienes que estar todo el rato ahí, que expresas así la tensión. Contra Lukaszc Kubot te decía: "¡Intenta estar atento, que él está bajando!". Y en ese momento te metía un ace o una gran volea y tú me contestabas: "¿Bajando?".
F. L. "¡Se dopa!", te decía. ¿Te acuerdas?
A. B. Yo veía que, si ganábamos un set... Apareció la virgencita y nos ayudó. Hay que estar ahí y tú estuviste. En eso estuviste muy bien. Desde fuera hay detalles que no se ven desde dentro, aunque está claro que en estas pistas tú eres el experto, el que tiene que sacarse las castañas del fuego. Has llegado en un gran momento de forma. Mucho es mérito de Pato Clavet [el técnico anterior de López]. Yo no he venido con una varita mágica. Te faltaba quizás estar más estable de cabeza. Los buenos resultados te han dado esa estabilidad. Esperemos que este sea el año de Feli.
F. L. El partido contra Murray me recuerda el que jugué contra Tim Henman. Fue muy bonito. Es un recuerdo imborrable en mi carrera. Fue histórico Yo, entre comillas, fui el que le retiró en Wimbledon. Cada golpe suyo era la locura. ¡La gente!... Sinceramente, creo que era más querido que Murray. ¡Una pasada! Van a estar a saco con Murray, pero es un partido para disfrutar. El público de aquí me encanta. Es muy respetuoso, marca la diferencia... Parte de la historia de este torneo es su público. El silencio. Oyes el bote de la bola. Esos detalles son precisamente los que hacen especial a Wimbledon.
A. B. La pista central de Roland Garros no tiene nada que ver. Juegas el miércoles, el día de los niños... ¡Y hay un ruido! Nunca había visto un partido en la central de Wimbledon hasta el tuyo contra Andy Roddick. Le decía a tu padre: "¡Qué silencio!". Me impresionó.
F. L. Tienen respeto por el juego. La mayoría de la gente que viene lo hace de toda la vida. Esperan todo el año. Son buenos aficionados. Respetan a los jugadores, pero también al juego. Entienden. Yo no me considero el último artista, pero mi juego no es el típico de hoy en día. Y menos si lo comparas con el de los demás españoles. Dios me ha dado un saque increíble y cierta facilidad para la volea. A cada uno le da lo suyo. Me habría encantado jugar en otra época. Todo se ha ralentizado y el juego hay que adaptarlo a eso. Así que la mayoría juega de forma parecida. En tu época, el 50% de los jugadores hacían saque y volea, resto y volea... El otro 50% eran de fondo. Todo estaba más repartido.
A. B. Ahora yo intentaría jugar aquí. ¡Mira a Dani Gimeno! Le ganó un set a Murray.
F. L. Yo, por decir esto, no quiero decir que ganar ahora no tiene mérito. Cuando me aburro, me pongo videos de Björn Borg. ¡Saque y red todo el rato! Ivan Lendl contrató a Tony Roche para que le enseñara a volear. Hay que darle al play y verse el vídeo. Ahora las cosas son diferentes. Yo, con mi juego. Cada uno, con el suyo. Me gustaría que fuera más rápido... Dentro de lo que hay, soy un jugador raro.
A. B. Antiguo.
F. L. Sí. Me gusta lo clásico. En Wimbledon, ¿quién sube? Kubot y yo.
A. B. Quedan pocos artistas.
F. L. Stepanek, Federer, Llodra, yo y pocos más.
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