Vida sana y ejercicio físico, las recetas del FMI

La semana ha estado dominada de nuevo por el desarrollo de la tragedia griega y su impacto en los mercados financieros, de forma que apenas se ha prestado atención a los indicadores publicados y a otros temas de sumo interés, como la declaración de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que como cada año ha visitado España para recabar información con vistas a la elaboración del Informe 2011 sobre la economía española. En resumen, dicha declaración nos viene a decir que nuestra economía se enfrenta a graves desafíos económicos y financieros; que, para superarlos, "las autoridades han puesto en práctica una respuesta de política económica fuerte y de amplio alcance", pero que "el saneamiento de la economía está incompleto... y, por tanto, no se debe relajar el impulso de las reformas, lo que incluye seguir reforzando la credibilidad de la consolidación fiscal, completar la reestructuración del sector financiero, fortalecer con ambición las reformas del mercado laboral y continuar con la agenda de reformas estructurales".

Aunque sea una pesadez, no está mal que alguien nos recuerde los deberes pendientes

La economía española sigue la misma senda de trimestres anteriores y no crecerá más allá del 0,2%

La respuesta mayoritaria de los medios de comunicación (y probablemente lo que esté pensando el lector) es que para este viaje no hacían falta alforjas, que esto ya lo sabíamos y que el FMI siempre larga el mismo rollo, sin apenas innovación en el diagnóstico y en los tratamientos. Puede ser, pero pongámonos en el caso de un paciente con problemas cardiovasculares, de obesidad o similares, que acude a la consulta del médico. Todos sabemos lo que le va a recetar: dieta para adelgazar, nada de tabaco ni alcohol, ejercicio físico, vida sana... Trasladado a la economía: recortes del déficit público, menos consumo y más ahorro para reducir la obesa deuda, reformas estructurales para reforzar y hacer más eficiente el sistema productivo y reducir el paro... ¡Qué aburridos, los médicos y los economistas!, siempre igual, no nos dejan disfrutar de los placeres de la vida. Claro, también podemos acudir a los curanderos, con sus varitas y pociones mágicas. Y también podemos hacer alguna trampilla y seguir las recetas del médico -las reformas- a medias. Es lo que intentamos hacer aquí. Por eso no está mal que, aunque sea una pesadez, alguien nos recuerde los deberes pendientes.

En el plano de la información coyuntural conocida en la semana, en los gráficos adjuntos se presentan los indicadores más relevantes. El comercio exterior, probablemente acusando la Semana Santa y los efectos retrasados del terremoto de Japón, registró en abril una notable caída respecto a los niveles del primer trimestre. Las exportaciones en volumen fueron un 12% inferiores en tasa anualizada, pero las importaciones disminuyeron más, casi un 20%, con lo que la aportación del saldo al crecimiento del PIB siguió siendo igual o más positiva que en los trimestres precedentes. También la exportación de servicios turísticos tuvo una aportación importante, como muestra el fuerte crecimiento de las entradas de turistas extranjeros o el crecimiento superior al 16%, en tasa anualizada, de las pernoctaciones de los mismos en abril y mayo respecto al primer trimestre.

Sin embargo, la información que se deduce de estos indicadores sobre la evolución de la demanda interna privada es que esta sigue deprimida. Conjugando el comercio exterior de mercancías con la producción industrial obtenemos los índices de disponibilidades de bienes de consumo y de equipo, dos buenos indicadores de la demanda interna. Ambos indicadores seguían en abril en zona negativa, especialmente los bienes de equipo. Pero tampoco el consumo interno de servicios parece ir muy bien, como nos muestra la tendencia a la baja de las pernoctaciones en hoteles de los residentes en España, que en abril y mayo retrocedieron más de un 6% respecto a la media del primer trimestre.

En resumen, toda esta información nos señala que la economía española continúa por la misma senda de los trimestres anteriores: demanda interna privada moderadamente a la baja, mayor retroceso de la pública y aportaciones positivas de la demanda externa neta. Es lo que procede ahora, lo que estaba previsto y lo que va a seguir sucediendo en lo que resta del año. El crecimiento del PIB en el segundo trimestre no se desviará mucho de las dos décimas porcentuales que viene registrando de media desde comienzos de 2010.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).