Eléctricos para compartir

Las limitaciones de autonomía de los primeros vehículos eléctricos van a centrar su ámbito de uso a la ciudad y alrededores, bien para flotas de empresas o como segundo coche familiar, y va a provocar cambios importantes en la propiedad y el uso del automóvil tal y como se conciben en la actualidad. Una de las alternativas furturas consistirá en compartir el coche con otros grupos de usuarios, como ocurre ya con los alquileres de bicicletas que se ofrecen en algunas ciudades españolas.

Entre las nuevas propuestas, Toyota ha anunciado en Japón un programa piloto de coches eléctricos compartidos para comunidades de viviendas. La marca japonesa cederá flotas de Prius Plug-in (enchufables) y de la futura versión eléctrica del utilitario iQ a tres comunidades de vecinos, dos en Tokio y otra en la prefectura de Aichi. Estos vehículos, que llegarán al mercado en 2012, serán gestionados por una empresa de alquiler de automóviles y en el programa participarán también promotores inmobiliarios y una compañía de instalaciones de aparcamiento que aportará los postes de recarga para los garajes comunitarios. Así, los vecinos podrán utilizar el coche cuando lo necesiten, previa reserva, sin necesidad de tener la propiedad.

En España, Iberdrola ha lanzado también un programa similar, pero para profesionales de la compañía, que dispondrán de una flota de coches eléctricos Think para sus gestiones diarias, de momento solo en Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Valencia y Valladolid.