La pobreza se cronifica y endurece
Cáritas alerta de las consecuencias de la crisis sobre los más desfavorecidos en Vizcaya y Guipúzcoa - La organización critica el recorte de ayudas sociales
La prolongada duración de la crisis y los problemas socioeconómicos que genera han motivado que la pobreza en Vizcaya y Guipúzcoa se esté cronificando. Mientras esto ocurre, según alertó ayer el director de Cáritas Vizcaya, Mikel Ruiz, las ayudas sociales se están recortando precisamente a aquellos que "peor lo están pasando". Además, se están endureciendo los requisitos para acceder a las prestaciones y su tramitación burocrática.
Con todo, hay un punto positivo respecto a la actitud solidaria de la población. Ruiz destacó la buena respuesta de la sociedad vizcaína en 2010, ya que aumentó en un 9,1% el número de socios y donantes -4.537 en total- y un 4,7% el de voluntarios -2.339, la mayoría mujeres-. Por contra, las colectas en las parroquias se redujeron en un 4,2% con respecto a 2009, aunque Ruiz matizó que los dos años anteriores experimentaron incrementos "muy importantes" en torno al 25%. Cáritas Álava hará públicos hoy sus datos.
La ONG critica los controles policiales a inmigrantes ante uno de sus centros
El número de socios y de donantes creció el año pasado
Ruiz se dirigió a los grupos de indignados que han mantenido acampadas en distintas partes de España y les instó a que incluyan entre sus reivindicaciones "a los últimos de la fila", en relación a las personas que "no tienen ni voz ni ánimo para protestar". A las entidades financieras que a través de su obra social "han reducido las ayudas" a estos colectivos les recalcó que "lo cierto es que no han entrado en pérdidas, aunque no hayan ganado lo que habían previsto.
Ruiz también se refirió a la polémica entre instituciones abierta después de que él mismo criticase hace unos meses que el plazo para recibir la Renta de Garantía de Ingresos se había elevado de seis a ocho meses cuando antes de la crisis se sitauba en un trimestre y mantuvo que con dicha afirmación pretendía que "pusieran remedio a la situación, no que se tiraran los trastos unos a otros".
Cáritas de Guipúzcoa aprovechó la presentación también ayer de sus datos de 2010 para criticar la realización de controles policiales "masivos" de identificación a inmigrantes y la retención de algunos de ellos a las puertas de uno de sus centros de San Sebastián, lo que causa "un grave daño" a su labor de ayuda.
Durante la presentación de su memoria de actividades, el delegado episcopal y el secretario general de la delegación guipuzcoana de esta organización, José Ramón Treviño y José Emilio Lafuente, respectivamente, mostraron su preocupación por estos procedimientos "injustos y arbitrarios" que se suceden desde principios de este año. En el último mes ha habido media docena de controles policiales en las proximidades de su centro de atención y acogida a inmigrantes Laguntza-Etxea.
La ONG atendió en esta provincia el año pasado a una cifra de personas muy similar a la del anterior -23.386-, lo que indica, según sus responsables, que el impacto de la crisis sigue siendo muy fuerte y persiste la "situación grave y apremiante" que padece un gran número de personas y familias.
Las ayudas económicas que concedió ascendieron a 5,5 millones de euros, de los que algo más de un millón se destinó a proyectos de cooperación internacional y el resto, a atender las necesidades más básicas de quienes residen en el territorio, con los inmigrantes y los autóctonos que han perdido su empleo o vivienda como los colectivos más beneficiados.
En cifras
- Cáritas atendió el año pasado en Vizcaa a 12.775 personas, un 2,3% más que el año anterior. En Guipúzcoa fueron 23.386 ciudadanos, lo que supone un 43% más que hace cuatro años.
- Cáritas Vizcaya consiguió mantener la estabilidad entre sus ingresos (10.712.404 euros) y gastos (10.657.933 euros) pese al aumento de las demandas de ayuda, ya que las aportaciones de socios y entidades privadas aumentaron unos 400.000 euros. Concedió 3,1 millones en ayudas. En Guipúzcoa, dio 5,1 millones, con 170.000 euros más de aportaciones.
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