El ideólogo del PP de hoy
El presidente Feijóo está consiguiendo recuperar el protagonismo político y la influencia que tuvo el ex presidente Fraga en España. Para ello, primero se centró en pasearse por los platós madrileños, donde se le nota más suelto que en los de Galicia, y ahora está marcando la agenda política del PP, al cumplir una ley física de obligado cumplimiento: el espacio vacío tiende a ser ocupado. Y ese espacio vacío de propuestas que deja Rajoy lo está llenando Feijóo con sus políticas de sanidad, educación, lengua y algunas otras cosas de su agenda gallega que llaman la atención al resto de España. Feijóo, a diferencia de Fraga, no basa su protagonismo en Madrid en su pasado, sino en su futuro, de modo que a estas alturas ya nadie se sorprendería si fuese nombrado vicepresidente en un hipotético Gobierno de Rajoy. Se vaya a Madrid, como insinúa el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, o se quede al frente del Gobierno de Galicia, Feijóo ha conseguido algo importante en política: tendrá peso en cualquiera de esas dos hipótesis.
Dado el bajo perfil de Rajoy, Feijóo puede ser un nuevo referente para la derecha española
Es innegable la capacidad política de Feijóo para proyectarse como líder de la derecha con un perfil moderno y moderado. Lástima que no sea proporcional a los éxitos de su Gobierno en Galicia, sin apenas resultados que vayan más allá de deshacer lo poco que hizo el bipartito.
Detrás de Feijóo, que es una figura ligada a la gestión, más que un ideólogo, ha estado siempre José Manuel Romay Beccaría, que ha conseguido su sueño de colocar a Feijóo de presidente y a Carlos Negreira de alcalde de A Coruña, otro político con perfil de gestor, en su caso más controvertido que el de Feijóo. Y Romay sí es un hombre con recursos intelectuales -Dahrendorf, Popper y Pérez Díez conforman su ideario liberal reformista-, que también es capaz de hacer estrategia política, a la vez que de tejer redes sociales. A él no le hizo falta esperar a que aparecieran Facebook y Twitter para dominar la técnica del manejo de intereses comunes, en su caso en torno al PP. Lo que no consiguió para sí mismo con Fraga en el poder, Romay lo ve ahora más cerca de la mano de sus dos herederos del PP en Galicia y con Rajoy en Madrid, a quien ayuda a poner orden en las cuentas de Génova, de modo que el caso Gürtel se diluya como una pesadilla del pasado.
La derecha, por tanto, ni improvisa tanto como algunos se creen, ni reduce su ideario al marketing. Detrás de Feijóo y Negreira, quizá los principales referentes del PP de Galicia, hay ideología liberal y una clara concepción del papel del sector privado en la gestión de los asuntos públicos, camino de la llamada "sociedad abierta" popperiana. Quizá los matices habría que establecerlos en torno a su nivel de galleguismo, ínfimo en el caso de Romay y Negreira -también de Rajoy- y más tolerante en el caso de Feijóo. España es para ellos su referente político y Galicia, un país donde sus redes sociales son capaces de conseguir cientos de miles de votos. Y es que ellos se sienten cómodos presentándose como liberales con preocupaciones sociales, una vez que, como diría Romay -su ideólogo más profundo-, el marxismo y el mercado libre son "experimentos de ingeniería social utópica".
El núcleo gallego del PP tiene, pues, todas las trazas de ser influyente en la llegada de Rajoy a la Moncloa. Cuando eso suceda, quizá este mismo año si Zapatero adelanta las elecciones a finales de noviembre, la gran duda va a estar en el destino de Feijóo. Dado el bajo perfil de Rajoy, para la derecha española puede ser su nuevo referente. Es verdad que también están por ahí Esperanza Aguirre, liberal sin adjetivos, y Ruiz-Gallardón, que es más de derechas que la presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque seduce mejor a la izquierda, pero su guerra personal no da un buen vector resultante. Feijóo, por el contrario, no tiene enemigos conocidos y el único que le toca la cara de vez en cuando es Pachi Vázquez, a quien está ofreciendo pactos a los que quizá le interese decir que sí. Para Feijóo es importante que el líder del PSdeG deje de incomodarle con asuntos delicados -contratos públicos dudosos, recortes sociales- ya que le interesa llegar inmaculado al previsible triunfo de Rajoy, por lo que pueda pasar. Para Pachi Vázquez, de rebote, que se vaya Feijóo a Madrid le animaría mucho a ser candidato pensando en devolver el PSdeG al poder, aliado al BNG.
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