Para salvar el euro
La indecisión europea y el agudo enfrentamiento entre Alemania, por una parte, y el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, por otra, están poniendo en peligro la estabilidad financiera de la eurozona y, como un efecto secundario grave, la solvencia de otros países europeos, como es el caso de España, que se enfrentan a un nuevo episodio de crisis de deuda.
Los inversores viven en una situación de extremo nerviosismo. Las Bolsas continentales estaban ayer en números rojos mientras la prima de riesgo española llegó a rebasar los 280 puntos básicos, aunque luego retrocediera hasta justo por debajo de esa marca. Un nivel, en cualquier caso, que una economía no puede aguantar a medio plazo si quiere tener expectativas de recuperación y salvaguardar la credibilidad de sus finanzas públicas.
Hoy, no solo para España, sino para los inversores y las instituciones políticas europeas, al borde del caos, casi todo el problema se resume en un nombre: Grecia.
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