Checos, intrépidos e invictos
Estaban la mística de Inglaterra y el respeto acusado a la República Checa antes de que España viajara a Dinamarca. La mística dejó un empate y ahora la selección se enfrenta al respeto, a un conjunto checo que ha acudido invicto al Europeo y que solo cedió un empate en la fase clasificatoria, ante Alemania, que finalmente quedó eliminada.
El comienzo de la República Checa en la cita danesa, ante Ucrania, sin ser espectacular, ratificó su solvencia. Acorralados al principio, sus jugadores se fueron quitando al rival como quien pasa el cepillo por la pelusa de una chaqueta.
El equipo de Jakub Dovalil, un entrenador centrado en el fútbol base que apenas jugó en cuadros menores de su país, destaca por la envergadura de sus componentes, lo que les hace fuertes en el contacto, pero sin que renieguen del fútbol. Son grandes, pero intrépidos
Su arma conocida es Pekhart, delantero del Núremberg, que marcó nueve goles en los seis partidos que disputó en la fase clasificatoria. Alto, fuerte, corpulento, es la primera referencia ofensiva, la primera incomodidad para los defensas adversarios.
Pero el arsenal tiene más armas. De momento, el goleador es Dockal, extremo del Slovan Liberec, que complementa la fortaleza de su compañero con la rapidez y el ingenio para romper las retaguardias.
En la defensa, el jefe es Vacha, también del Slovan Liberec, tan expeditivo como ágil.
Por ahí transita el peligro de los checos, que, además, tienen el colchón de su primera victoria. Si ganan a España, estarán clasificados; si pierden, tendrán otra oportunidad frente a Inglaterra. Los empates dejan todo en el misterio. Nadie quiere pensar en ellos.
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