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Reportaje:

El pequeño se hace grande

Vélez Sarsfield gana su octava Liga argentina mientras River Plate lucha aún por salvarse

El jardín del fútbol argentino presenta senderos que se bifurcan. Unos agrandan a los pequeños. Otros empequeñecen a los grandes. Por los primeros transita el Vélez Sarsfield, el club del barrio porteño de Liniers que el domingo logró su octava Liga argentina y así subvirtió el tradicional poderío de los cinco grandes, aquellos que tienen más hinchas y que tenían más títulos (River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo, Independiente y Racing de Avellaneda). Ahora Vélez ya suma una corona más que Racing, por ejemplo. No es casualidad este deterioro de los grandes, con número en rojo (Boca es la única excepción), elevadas deudas y pobre cosecha de las canteras. Las últimas cinco Ligas fueron ganadas por los modestos. Dos fueron para el Fortín de Liniers, que junto con el Estudiantes y el Lanús son ejemplos de triunfadores en una competición abonada con medianía.

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Por los senderos que empequeñecen tambalea el River. El club que preside Daniel Passarella (único argentino que ganó dos Mundiales, en 1978 y 1986) corre el riesgo de bajar a la categoría de Nacional B (Segunda División). Cuando falta una jornada para que acabe el torneo Clausura, el River de momento no descendería, pero puede llegar a caer en la promoción incluso en el caso de ganar el último partido, en casa frente al Lanús. En Argentina bajan los que tienen los peores promedios de puntos de las últimas tres temporadas. Por ahora el Quilmes y el Gimnasia descenderían directamente, mientras que el Huracán y el Olimpo jugarían la promoción.

Los millonarios del barrio porteño de Núñez han recurrido a un juego conservador, inusual para su historia, para evitar el descenso, pero el sábado apenas consiguieron empatar (1-1) ante Estudiantes. Mientras tanto, Boca vivió una fiesta, no por el resultado (1-1 contra el Banfield), sino porque Martín Palermo, el quinto máximo goleador de la historia de la Liga argentina, jugó a los 38 años su último partido en la Bombonera.

Pero la celebración mayor fue para Vélez. El club que nació hace 101 años con el nombre de una estación de tren, que a su vez evocaba al de un político del siglo XIX, ha forjado su grandeza en los últimos 19 años, con siete Ligas, una Copa Libertadores y una Intercontinental. Antes el entrenador era Carlos Bianchi y una de sus estrellas, el portero paraguayo José Luis Chilavert. Ahora los dirige Ricardo Gareca y su mejor jugador es Ricardo Álvarez. De los 32 jugadores del campeón, 21 son canteranos. Entre los que vinieron de afuera se han destacado los goleadores Silva y Ramírez y el centrocampista Maximiliano Moralez. De la cantera, el atacante Juan Manuel Martínez y los medios defensivos Iván Bella, de 21 años, y Héctor Canteros, de 22. Promesas para continuar la gloria.

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