El 'caso Karlos' baja el telón
- El tribunal debe decidir si acepta los pactos del fiscal - Campanario: "Yo no sé de leyes, solo que soy inocente"
El juicio de la Operación Karlos terminó ayer como empezó. Muchedumbre agolpada a las puertas de la Audiencia, cámaras de televisión bloqueando las salidas de los imputados y versiones muy diferentes de lo ocurrido dentro del juzgado. El tribunal se enfrenta a la difícil decisión de si aceptar los pactos alcanzados con la fiscalía por algunos imputados y condenar o absolver al resto, que defiende su inocencia. La sesión de ayer se cerró con la intervención de tres acusados. Entre ellos, la más mediática, María José Campanario: "Yo no sé de leyes ni de pactos. Solo sé que soy inocente".
El juicio quedó ayer visto para sentencia tras 14 sesiones. Ha estado cargado de polémica desde su inicio. Su propia organización ha causado controversia en el sector judicial después de que la Junta de Andalucía habilitase durante estos dos meses una sala de prensa, inédita hasta ahora en la Audiencia Provincial de Cádiz, con señal televisiva y un importante despliegue técnico. Lo hizo ya con la Operación Malaya en Málaga, con el caso Mari Luz, en Málaga, y lo hará en Sevilla, con el caso Marta del Castillo. La inversión, cuestionada hasta por el propio presidente de la Audiencia, Manuel Estrella, ha sido criticada por algunos abogados.
La presencia de Campanario en el banquillo ha centrado todo el juicio, a pesar de que ella es una más de las clientas que supuestamente se sirvieron de la trama dedicada a expedir certificados médicos falsos para obtener pensiones fraudulentas de invalidez. Ella y su madre han sido las imputadas a la que más tiempo han dedicado el fiscal y los abogados. También porque ellas, como el inspector médico Francisco Casto, no han pactado con el ministerio público sus penas. Los pactos han sido muy criticados por los abogados de las defensas que no se suscribieron acuerdos. Llama la atención cómo se ha reducido la petición de pena para acusados conformados por debajo de los dos años, por lo que, al carecer de antecedentes, no tendrán que ir a prisión, y los que no han pactado. Para algunos de estos, el fiscal ha pedido dos años y un mes, por lo que, por solo 30 días y por los mismos delitos que los otros, sí deberán ir a la cárcel en caso de condena. "Se ha vulnerado el derecho a defenderse", ha cuestionado uno de los letrados.
El tribunal deberá dirimir sobre los hechos denunciados, pero las defensas han atacado el juicio paralelo, el televisado y el vivido en las puertas de la Audiencia, donde los imputados han sido abucheados.
María José Campanario ha pasado de las lágrimas de su primera declaración a su sereno mensaje final de ayer: "Soy inocente. Lo dije al principio y lo mantengo". Su intervención final fue precedida de la disculpa pública de Carlos Carretero, cabecilla de la trama y a quien muchos de los imputados acusan de haberle engañado con sus artimañas.
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