El Zaragoza solicita el concurso de acreedores

El Zaragoza paga ahora los excesos del presidente Agapito Iglesias. A la política de contención del anterior mandamás, Alfonso Solans, que descapitalizó deportivamente al equipo con las ventas de, por ejemplo, Cani y Villa, le siguió desde 2006 otra política inversa, la que ha significado la ruina del Zaragoza. Por eso ayer, con una deuda a terceros de 93 millones de euros y una total de 130, el club presentó el concurso voluntario de acreedores "con el objetivo de salvaguardar los intereses, el patrimonio y la viabilidad futura del club". Y amplía: "Es la consecuencia de haber perdido la categoría hace tres años". No dice, sin embargo, que esa plantilla era la más cara en la historia del club, en la que se invirtieron 39 millones y en la que seis jugadores cobraban de entre 1,8 a 2,3 millones.

El juez tiene ahora 30 días para decidir si el club es intervenido y puede renegociar así la deuda con sus acreedores. En caso de ser así, Iglesias seguiría al frente de la entidad -cosa que no desearía porque las acciones del club están a la venta- junto a los administradores concursales que fueran designados. "Creo que este concurso de acreedores es la fórmula válida", remató Iglesias en una carta que mandó al aficionado; "con la que se solucionan problemas económicos".

El Racing, en apuros

También tiene complicado el panorama el Racing, con los dirigentes del club a la gresca con el presidente Ali Syed, que no ha hecho frente a la deuda de la entidad como prometió. Así, el Racing necesita siete millones con carácter inmediato -bien de un inversor o de un banco, avalado por el Gobierno de Cantabria- para hacer frente a las deudas más urgentes con Hacienda y los jugadores (les deben 2,2 millones, de los que 1,7 son atrasos de la temporada pasada más otras cantidades sin pagar a futbolistas que ya no están en el equipo y que tienen que ser abonadas antes del 30 de junio), para no acogerse a la Ley Concursal y, de paso, evitar el descenso automático.

De no encontrar un propietario alternativo a Syed, el Racing pretende solicitar su apoyo al Gobierno del PP. Francisco Pernía, presidente del club, y Roberto Bedoya, director general, han mantenido ya varias reuniones con cuatro grupos empresariales interesados en la compra del club. Aunque los dirigentes entienden que esta opción es la más viable, también buscan el respaldo del Ejecutivo regional como garante moral ante los bancos.