Castellano ultima su entrada en la caja al frente de un grupo inversor
El ex 'número dos' de Inditex se perfila como el hombre fuerte del banco de NCG
José María Castellano (A Coruña, 1947), el que fuera durante 30 años mano derecha de Amancio Ortega en Inditex, ultima su desembarco en el banco que alumbrará Novacaixagalicia el próximo martes, cuando su consejo de administración apruebe el traspaso del negocio a una entidad llamada NCG Bank. El también presidente del grupo de telecomunicación ONO, vicepresidente de La Voz de Galicia y de Medios Digitales de Galicia, del mismo grupo editorial, capitanea el desembarco de varios fondos financieros que, según distintas fuentes, estarían dispuestos a aportar una importante inyección de capital al nuevo banco. Algunas fuentes hablan incluso de 600 millones, una cantidad que sorprende en círculos financieros. "Los fondos de inversión compran barato y venden caro. Hay que ver a cambio de qué se articula esa aportación, si es que resulta cierta en esa cantidad", asegura un analista. Otra lectura en clave política apunta a que la entrada de Castellano supone una nueva vuelta de tuerca a la convulsa guerra localista que Vigo creía haber ganado. "Lo que necesitamos es capital, venga de donde venga", apuntaba ayer un consejero de la caja, que restaba importancia a la procedencia de Castellano. En la ciudad sede de la antigua Caixanova se le considera como un ejecutivo independiente y a la vez con una gran experiencia.
Roberto Tojeiro y José Ramón Docal se perfilan como consejeros
El Gobierno gallego ve con buenos ojos la operación en Novacaixagalicia
Pero unos y otros no ocultan que en la negociación se ha librado una espinosa batalla interna entre los partidarios de recurrir en exclusiva a fondos públicos aportados por el Banco de España y los que ven la inversión privada como una tabla de salvación a la que es mejor recurrir ahora. El consejo del nuevo banco, donde se gestionarán los 70.000 millones en activos que tiene actualmente Novacaixagalicia, estará formado por 15 miembros.La caja espera poder designar a cuatro consejeros directamente, ya que tras las negociaciones intentará mantener entre el 25% y el 35% de las acciones del banco, dejando en manos de accionistas privados y del fondo de rescate (FROB) el resto.
La propuesta oficial de cómo quedará el consejo no está cerrada, pero incluye al actual presidente, Julio Fernández Gayoso, y al vicepresidente, Mauro Varela. Los dos huecos restantes que designará la caja podrían cubrirse con ejecutivos (José Luis Pego y Javier García de Paredes), aunque esta fórmula no contenta a todos, ya que ambos deberán combinar esa tarea con la dirección de la nueva entidad. También hay otro obstáculo: la edad de los actuales presidente y vicepresidente, de 78 y 70 años respectivamente. Las normas de gobierno corporativo del banco, que se debatirán en el consejo de administración del próximo martes, deberán justificar límite de edad superior para incluir a los veteranos ejecutivos. El segundo escollo para que Gayoso y Varela sigan en la cúpula está en la Lei de Caixas, que en su artículo 28 prohíbe a los miembros del consejo de una caja ocupar cargos en empresas donde ésta tenga más de un 20%. Esta incompatibilidad se mantiene durante los dos años posteriores al abandono del consejo de administración.
A la espera de que se despeje la designación, fuentes financieras dan como probables estos otros nombres, que ocuparían, además de José María Castellano, cuatro puestos en el banco como independientes: José Ramón Docal (auditor, expresidente de Caixa Galicia), Carlos Gómez (auditor, designado por el entorno de la antigua Caixanova), el empresario Roberto Tojeiro y Honorato López-Isla, exvicepresidente de Fenosa y actual presidente de la operadora de cable R. Esta última incorporación no está definitivamente cerrada. En esta relación faltan cinco consejeros que deberán nombrar el fondo de rescate del Banco de España (cuatro) y la Xunta (uno).
"Los consejeros independientes tendrán un gran peso en el nuevo banco", señalaba ayer una fuente próxima al consejo. Este papel está reservado para los titulares o representantes de paquetes de acciones que, por su volumen, sean significativos. Castellano, doctor en económicas, tiene una dilatadísima carrera al más alto nivel y es un experto en optimizar costes en las empresas. Ha dado clases en la Universidade de A Coruña al tiempo que asesoraba como consejero a diversas empresas, como Adolfo Domínguez, Einsa, Tous, Puig y Kiluva Naturhouse.
Según fuentes conocedoras de la operación, esta cuenta con el visto bueno de la Xunta y del Banco de España. Con el desembarco de Castellano, que, según todas las fuentes consultadas, sería el hombre fuerte de la nueva entidad, también entrarían pequeños inversores. Entra en juego el capital gallego, cuya cabeza visible será Roberto Tojeiro, pero que también estaría apadrinada por otros nombres, como el del presidente de Azkar, Luis Fernández Somoza. Quien se quedaría fuera son los representantes sindicales, que llevan meses reclamando ante el regulador su papel en el nuevo escenario.
Mientras el futuro del banco se decide, la caja sigue desprendiéndose de las joyas de su cartera industrial. Casi un millón de acciones cambiaron ayer de manos en Pescanova, la multinacional viguesa de pescado congelado. Novacaixagalicia vendió al presidente de la empresa, Manuel Fernández de Sousa-Faro, un 5,1% de los títulos por 29,7 millones de euros, a 30 euros por acción, un precio más alto al que cerró ayer la compañía en Bolsa, 29,69 euros. La caja no ha tardado ni un semestre en desprenderse del 20% de su paquete accionarial, que ha acabado en manos de bancos de inversión (un 10%) y del propio Fernández de Sousa. NCG aún conserva el 4,6%, pero está dispuesta a ponerlo en el mercado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.