Muere un niño por el disparo de una escopeta de balines de su hermano

El niño ourensano de seis años alcanzado por un balín en el corazón cuando pasaba el domingo en la finca familiar de Vilar das Trés, en la capital provincial, se desplomó en brazos de su padre. El progenitor compareció ayer, abatido, para prestar declaración ante el juez instructor sobre este suceso que investiga la policía nacional y comentó ante los periodistas que el pequeño fue víctima de un disparo fortuito de su hermano mayor, de 13 años. Este jugaba con una escopeta de balines, que se vende sin necesidad de autorización, que se le disparó cuando el menor de la familia pasaba por delante y le alcanzó de pleno en el corazón. Al oír el disparo, el padre acudió de inmediato a la zona en la que jugaban los niños junto con los hijos de otros amigos, y llegó a tiempo para recoger en sus brazos el cuerpo, ya prácticamente sin vida, del pequeño.

El proyectil le atravesó las costillas y penetró directamente en el corazón con lo que se desangró en cuestión de segundos, según las explicaciones del padre que ratificó ante el juez instructor. El hermano mayor, autor del "disparo fortuito", tuvo que se ingresado en el complejo hospitalario ourensano, afectado por un ataque de pánico, al mismo tiempo que el pequeño, prácticamente ya cadáver.

El Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación aunque todo apunta a lo "fortuito" del suceso. El juzgado que instruye la causa espera de momento los resultados de la autopsia aunque si, como evidencian todas las pruebas, se confirma que el autor del disparo es un menor, no existen responsabilidades penales, con lo que trasladará el expediente a los Servicios Sociales del Ayuntamiento para que analicen alguna "poco probable" causa de malas atenciones familiares. Fuentes policiales confirman que, hasta el momento, todo indica lo fortuito de un trágico suceso familiar.