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Reportaje:FÚTBOL | Amistoso de La Roja

Luna de miel... en el césped

Miku, delantero del Getafe, se incorpora a la concentración del equipo sudamericano horas después de su boda

Faustino Sáez

Viviana ya sabía que su boda no sería convencional. El pasado sábado, Nicolás estaba inquieto horas antes de contraer matrimonio con ella. Ilusionado, expectante y nervioso, como todos los novios, y con la maleta lista para emprender viaje en cuanto concluyera el enlace. Pero... la luna de miel, en principio, no la iba a pasar con su esposa, sino con César Farias, el seleccionador de Venezuela, y los demás internacionales que hoy se enfrentan a España.

Nicolás Ladislao Fedor Flores, Miku (Caracas, 1985), no lo dudó. Su amor por la camiseta de su país y sus ansias por ser titular le hicieron aparcar todo para incorporarse a su selección: "No podía faltar. Es quizá el encuentro más bonito que pueda disputar nunca". Nada más bajarse del avión, el delantero del Getafe se fue al entrenamiento. "¡Llegas tarde!", le espetaron los empleados del estadio. "¡Me estaba casando!", les respondió.

Farias, por supuesto, le recibió con los brazos abiertos. No llegaba un cualquiera. Con apenas 20 internacionalidades, Miku ya se ha convertido en la referencia ofensiva de Venezuela. "Trabaja con tanta pasión y honradez que estoy seguro de que triunfará en España. No me extrañan sus números", apuntó el técnico hace pocas semanas. Con el Getafe ha cerrado la temporada con siete tantos. Alguno, vital para la permanencia en Primera de los azulones, como el que marcó al Sevilla a cuatro jornadas del final de la Liga. Con su equipo nacional suma ocho. "Vive en una constante efervescencia de ánimo. Siempre está dispuesto a aprender. Es un venezolano con alma europea y, sobre todo, un gran chaval", cuenta Míchel, su ya exentrenador en el Getafe.

Ese chaval llegó a España de vacaciones hace 10 años. Sus padres buscaban ocio y turismo en Valencia. Él, un sueño. Se pasó el verano entrenándose con los juveniles del Sueca y... ya no regresó a su casa. Pasó las pruebas del Madrid y el Valencia y este segundo club le fichó para sus categorías inferiores. Estaba previsto que jugara con el Mestalla, pero bajó a Tercera y en esta categoría no pueden alinearse extranjeros. Entonces, decidió irse al Alcoyano, en Segunda B, y comenzó un trasiego de cesiones con destinos como el Salamanca, Murcia, Tarragona y Getafe, al que llegó en enero de 2010 para hacerse futbolista. Por cabezonería y pasión. La misma que le llevó a plantar a la mujer de su vida para jugar un partido amistoso con Venezuela, que se prepara para competir en julio en la Copa América, que se disputará en Argentina.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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