El campeón se juega el prestigio
España inicia la 'minigira' americana en Foxborough, el estadio donde cayó en 1994
España vuelve al estadio de Foxborough, donde Italia le rompió los sueños mundialistas a la selección de Javier Clemente y Tasotti, la nariz a Luis Enrique. "Es el primer recuerdo que tengo de la selección", reconoce David Silva. Como él, a muchos de los jugadores que hoy viven a las órdenes de Vicente del Bosque, el Gillette Stadium les remite a su primer Mundial por la tele. "Aquella fue una gran generación de futbolistas", elogia Del Bosque al equipo que cayó en los cuartos contra Italia (2-1) y que tuvo la clasificación para semifinales en las botas de Salinas. De aquel equipo solo quedan en la selección española, además del presidente de la federación, Ángel María Villar, Jorge Pérez, entonces jefe de prensa y hoy director general, Fernando Hierro, que ha pasado del césped a la dirección deportiva de la RFEF, y el masajista Miguel Gutiérrez.
Las cosas han cambiado tanto que hoy comparece España para medirse a Estados Unidos (TVE-1, 22.41) como campeona del Mundo. Lo hace cumpliendo el contrato que en su día firmó Villar: por dos millones de euros tenían que estar esta tarde el 80% de los jugadores que acudieron al Mundial. "Ignoraba la existencia de ese contrato", aseguró ayer Del Bosque al ser preguntado si el acuerdo de la Federación había condicionado su lista de convocados. De los jugadores que llevó a Sudáfrica faltan Puyol, a quien el miércoles se le practicó una artroscopia; Xavi, con problemas en el tendón de Aquiles; Cesc, con una dolencia en una rodilla y Mata y Javi Martínez, que jugarán el Europeo sub 21 en unos días.
El equipo que hoy pondrá en liza el seleccionador es una mezcla de jugadores que llevan casi dos semanas de vacaciones y otros que hace siete días estaban en Wembley ganando la Copa de Europa para el Barcelona. "Se trata de acabar el año de la mejor manera posible contra un equipo que está preparando una competición oficial", aseguró el técnico salmantino. Estados Unidos disputa a partir del próximo día 25 la Copa de Oro de la Concacaf.
"Para nosotros es un partido muy importante", reconoce el delantero norteamericano Clint Dempsey. "Cuando juegas contra ellos, siempre mejoras, porque son muy exigentes", añadió, antes de admitir que en la Copa Confederaciones en 2009 defendieron bien, pero en el resultado -EE UU eliminó a España en semifinales (2-0)- también jugó la "suerte".
"Cuando te pones la camiseta de España, y más últimamente, no hay amistosos, hay que defender un prestigio", reconoció ayer Iker Casillas, justo 11 años después de su debut en La Roja. El capitán asume que el año ha sido largo y duro, pero instó a competir de la mejor manera contra EE UU. La derrota en 2009 "nos sirvió para aprender", reconoció el de Móstoles. "Después de lo que ha pasado, aunque algunos ya estuviéramos de vacaciones, este partido nos viene bien para volver a vernos, siempre es positivo que el grupo se reencuentre", insistió el portero. "Lo importante es estar juntos y ganar. Las dos cosas van unidas. El éxito llega cuando el equipo camina junto", admitió Iniesta, que al ser preguntado por cómo estaban las relaciones de los jugadores del Madrid y el Barça aseguró que la convivencia es buena: "lo pasado, pasado está. En el fútbol no puedes vivir de recuerdos", zanjó el de Fuentealbilla, que se disputa un puesto con Villa en el once titular. "Trataremos de cerrar el año con un buen sabor de boca", admitió Xabi Alonso.
España podría jugar con Casillas; Ramos, Pique, Albiol y Capdevila; Cazorla, Busquets o Bruno, Alonso, Silva, Llorente e Iniesta, con permiso de El Guaje. Con un aforo de 68.756, el estadio estará prácticamente lleno.
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